El registro biométrico se desarrollará del 4 al 16 de diciembre en todo el país y apunta a incorporar a miles de nuevos votantes rumbo a las subnacionales de marzo de 2026.

El proceso de empadronamiento masivo rumbo a las elecciones subnacionales de 2026 comenzó este jueves en todo el país, activando la primera fase operativa del calendario electoral. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) habilitó puntos fijos, megacentros y brigadas móviles para registrar a jóvenes que cumplirán 18 años hasta el 22 de marzo, personas que aún no están inscritas en el padrón y ciudadanos que cambiaron de domicilio.
La meta institucional es incorporar a decenas de miles de nuevos votantes y actualizar los datos de quienes ya forman parte del padrón biométrico, en el marco de un proceso que la propia institución definió como clave para “garantizar la inclusión, la transparencia y la participación efectiva en los comicios subnacionales”. Esta sería la última vez que se actualice el actual padrón ya que la tarea de la próxima Sala Plena del TSE será la elaboración de uno nuevo.
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El séptimo punto de la quinta disposición transitoria de la Ley 1701, instruye a los vocales del TSE que serán electos que una de las prioridades será la preparación de una nueva lista de votantes en un plazo máximo de dos años, a partir del momento de la posesión de los vocales designados, vale decir, el próximo 19 de diciembre empieza la cuenta regresiva. Las observaciones del instrumento vigente son varias.

Entre tanto, los nuevos electores que cumplirán 18 años hasta el 22 de marzo de 2026, deberán ir a empadronarse a partir de la fecha. El registro se realizará del 4 al 16 de diciembre, un periodo de trece días en el que se desplegarán equipos en los 571 asientos electorales, además de los 54 municipios y las dos autonomías indígenas. El único requisito es la cédula de identidad vigente; el procedimiento incluye fotografía, huellas dactilares y firma digital.
La importancia del proceso radica no solo en su función operativa, sino en su impacto estructural sobre la democracia. El empadronamiento masivo permite actualizar la base electoral, ampliar la representatividad del voto y garantizar que quienes alcanzan la mayoría de edad puedan ejercer por primera vez su derecho político. A ello se suma la posibilidad de corregir o actualizar datos, una acción esencial para evitar anulación de mesas, errores en el día de la votación o inconsistencias en el padrón.
El TSE remarcó que este empadronamiento se inscribe en un ciclo de modernización más amplio, justamente porque la recién aprobada Ley de selección y designación de vocales del TSE establece que los próximos vocales deberán impulsar la construcción de un padrón renovado en un plazo máximo de 24 meses. En ese sentido, este proceso es parte de una transición que busca elevar la confiabilidad y la solidez del sistema electoral.

A poco más de tres meses de las elecciones en las que se definirán miles de cargos departamentales y municipales, el empadronamiento se convierte en el primer gran hito del calendario electoral para las subnacionales al abrir la inscripción de nuevos votantes y precautelar así la participación ciudadana. Mientras más personas se inscriban y actualicen sus datos, mayor será la calidad de la representación que emerja de las urnas.
Con este despliegue nacional, el ente electoral inaugura formalmente la ruta hacia los comicios de 2026 y pone en manos de la ciudadanía la responsabilidad fundamental de registrarse, actualizarse y ser parte activa de la vida democrática del país. Los tiempos son bastante cortos, pero los servicios de registro cívico (Serecí) del país tienen la responsabilidad de inducir a la gente joven a que acuda a los centros de empadronamiento en las próximas dos semanas.