En la gestión de Ronald Casso, este avión se lo vendió a $us 7,4 millones, cuando cada uno de los dos motores de la nave llega a costar más de $us 8 millones.
eju.tv/ Video Radio Fides
El exgerente de Boliviana de Aviación (BOA), Mario Borda, afirmó que la venta del avión Boeing 767 matrícula CP-2881, en la gestión de su antecesor Ronald Casso, habría causado un daño económico al Estado debido a las condiciones en las que se concretó la operación y el precio final que se recibió.
En una entrevista con radio Fides, Borda reveló que luego de que asumió la conducción de la aerolínea estatal, el 7 de febrero de 2025, conoció la información de que se vendió un avión por $us 7,4 millones, pese a que se encontraba aeronavegable, recién reparado y entregado “volando”, como certificó la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
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“Ahí recibí el informe de la venta del 767 CP-2881 que fue vendido por 7,4 millones de dólares y fue reparado en los talleres de Mexicana pagando 2,5 millones de dólares. Por lo tanto, vendieron en 5 millones y con sus motores, volando el avión, lo llevaron volando, aeronavegable, como certificó la DGAC y con el antecedente de que un motor cuesta 8 millones de dólares”, explicó.
El exgerente de Boliviana de Aviación (BOA), Mario Borda, en la entrevista con radio Fides. Foto: Captura de pantalla
Para Borda, este dato evidencia que la aeronave estaba en condiciones óptimas y que su precio debió ser mayor al que finalmente recibió la empresa estatal.
A esto agregó un elemento central: cada motor del Boeing 767 cuesta aproximadamente 8 millones de dólares.
“El avión fue con sus dos motores bien, con la aeronave recién reparada por ese precio. Yo hice una denuncia, indudablemente, porque ese era un contrato lesivo al Estado”, denunció Borda, quien aseguró que presentó la denuncia correspondiente.
De acuerdo con el exgerente, BOA posee apenas dos aviones propios: un 767 desmantelado en Viru Viru y un CRJ con daño estructural. El resto de la flota está bajo contratos de alquiler.
La salida del CP-2881 significó, según el exgerente, desprenderse de un activo valioso en un momento en que la aerolínea enfrentaba una situación financiera delicada y requería maximizar el uso de sus recursos.
Borda recalcó que el contrato de venta —así como los contratos de alquiler de aeronaves que se mantenían aun cuando varias estaban en tierra— fue gestionado en administraciones anteriores.
“Mi persona no contrató nada, no alquiló nada y no vendió nada”, afirmó.
El exgerente pidió que la operación sea revisada por las autoridades correspondientes y se determinen responsabilidades y recordó que la documentación fue entregada al Ministerio de Obras Públicas al momento de su desvinculación.
Confirmó además que la aerolínea estatal arrastra una deuda de Bs 226 millones y que tenía en caja un total de Bs 79 millones.
Para Borda, la situación que atraviesa BOA se vincula a que ofrece pasajes subsidiados. “A BOA le cuesta más caro volar por la obligación que le impone la ATT”, aseguró.
