Fin del simulacro


Karen Arauzkaren-arauzLas palabras de fraternidad, unidad y propósitos de enmienda ya reposan junto a los adornos y luces de Navidad. El conmovedor mensaje de circunstancias de SE, de meloso tono nunca antes escuchado, no impresionó, más aún cuando simultáneamente se anunciaba la probabilidad que el papa Francisco nos haga una visita.  El ser, por un par de días, centro de la atención mediática mundial  es una gran tentación que bien amerita la adopción de una fisonomía suavizada e instantánea ecuanimidad. Hay que aquilatar el que venga el Papa a la Bolivia de Evo Morales y no a su Argentina natal con una Cristina en franco y saludable deterioro. Para poner eufórico a cualquiera. Hasta la Conferencia Episcopal disfrutó de preciosos y mimados minutos en los recintos gubernamentales por primera vez en casi diez años. Por ahora, se abstendrán de mandarlos a rezar.Cuando su SE exultante, revela que el mismísimo Francisco le «ha pedido los antecedentes de la demanda marítima», sacude a los más escépticos analistas de la diplomacia boliviana. Por supuesto que si de sacudón hablamos, la revelación ha espantado a la diplomacia chilena. Se descarta poner en duda las palabras de todo un Presidente, por lo que el tema está tomando dimensiones épicas. El interés papal puede ser entendido como una decisión política vaticana de erigirse en mediador del conflicto marítimo. Muy impactante la solicitud de Su Santidad, considerando que la Iglesia de Roma tiene el mejor servicio de  informaciones del mundo por encima del Mosad, la KGB  y la CIA. Y desde hace dos mil años.Pero lo fugaz del sentimiento de hermandad y paz ha quedado patentado en la decisión de SE de ratificar con beneplácito al Ministro de Salud por su cavernaria denostación al magistrado Cusi. Con ello, también ha renovado con bríos su personalidad caprichosa y pendenciera. Evo Morales no declina en su obsesión de que nada de lo que se diga lo hará cambiar de opinión -al contrario- en virtud a su omnímodo poder. Esta constatación trae, en este 2015, una sensación extraña considerando que está a punto de re reeditar su administración y por los síntomas piensa ir por todo con tal de no abandonar, por la próxima década, el sillón presidencial.Acostumbrado como está a «salir con su gusto», hará que la ciudadanía que está en desacuerdo con sus métodos, vea disminuir aún más la libertad de ejercer su derecho a informarse y opinar en los escasos medios independientes que no han sido aún copados como sus económicos-dependientes. Tan pronto como surge algo que se acerca con peligrosidad a indicios de corrupción, los genuflexos poderes del Estado cierran filas alrededor de ese círculo de fuego impenetrable en el que han convertido al entorno presidencial.  Gracias a ellos, los funcionarios  utilitarios y serviles son incombustibles.A horas del nuevo año, ya se entrevé  la decisión de abrir nuevamente la Constitución para reformas que podrían ser varias, alguna muy tenebrosa. Si fuese en serio que es en pro de la justicia, veríamos la meritocracia hacer su ingreso. Pero revolucionar el poder judicial y darle al pueblo la tarea de reformar la justicia mediante un referendo parece ser el clásico de evadir responsabilidades a tiempo de buscar un nuevo cheque en blanco por la famosa táctica de sacrificar a otros para purificarse. Las elecciones en sí ya fueron un referendo donde ganó la anulación de esa votación. Pero es obvio que no se gobierna oyendo al pueblo.Ni el Presidente ni nadie se ha disculpado. Nunca admitieron el craso error de su pernicioso proceso de poder hegemónico que buscó que el voto popular, refrendará la legalidad y la legitimidad de la que carecían. Luego, la constante injerencia política en la justicia ha dañado profundamente los principios de un estado de derecho y no tienen el valor civil de admitir que el curso de las cosas lleva su firma y rúbrica.Los mecanismos de inteligencia interna, instituidos desde hace más de tres mil días,  son en verdad inéditos y ni la más denostada dictadura en el país tuvo tanta efectividad. El espionaje o asechanza de todo opositor, que sea política o socialmente contrario, se traduce en actitudes taimadas pero verdaderos arquetipos de terrorismo de estado. Los discursos en sentido que nunca antes se defendieron los derechos humanos como hoy, solo hace sospechar que este nuevo período de gobierno viene recargado y los supuestos ataques externos conspirativos serán sus verdades absolutas sin una investigación a la que se le pueda dar un mínimo de credibilidad.Las redes sociales se han pasmado con una fotografía del festejo de fin de año de SE y sus amigos, al calor de un exquisito whisky cuyo valor llega a casi los dos mil bolivianos la botella. Es anecdótico que  cause tanto revuelo el precio del trago para quien no escatima gastos por lo que es perfectamente coherente con el estilo dispendioso y chacotero al que nos tienen habituados. Intriga saber si había hielo suficiente y si la mezcla la hacían con Coca-Cola, pero el primer decreto cesarista de 2015 ordena la prohibición a la incertidumbre.El Día – Santa Cruz