Capos del narcotráfico de Perú operan en Bolivia. Lo hacen con camiones cisternas y de alto tonelaje, avionetas y barcazas, por el Titicaca. Mueven entre 500 y 800 kilos de droga al mes.
EL DEBER, LA PAZ
Un reciente operativo antidroga del Gobierno de Bolivia en la frontera con Perú. APG NOTICIAS
Son 12 los clanes familiares de la selva peruana que se dedican al acopio de la hoja de coca y a la producción de cocaína. Estos mismos grupos aplican tres métodos para ingresar la droga a Bolivia. Un puente aéreo, el más utilizado; camiones cisternas y de alto tonelaje; y barcazas especiales. Cada organización introduce al país entre 500 a 800 kilos de la sustancia controlada al mes y dos narcos ‘pez gordo’ operan en territorio boliviano.
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EL DEBER accedió a un informe que fue elaborado por la Dirección Nacional Antidrogas (Dirandro) del Perú en coordinación con la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn). El documento enumera los clanes familiares peruanos y las rutas y métodos que utilizan para introducir cocaína a Bolivia.
El ministro de Gobierno, Hugo Moldiz, admitió la existencia de estos grupos y reconoció que la ruta aérea entre la selva peruana y el norte boliviano es la vía por donde más se introduce la cocaína elaborada en Perú. Bolivia, dijo, es país de tránsito, aunque el informe revela que hay clanes que purifican la droga para luego exportarla hacia Brasil.
Los métodos
Las otras rutas son por la localidad fronteriza de Desaguadero y por el lago Titicaca. En la primera se introduce la cocaína en camiones cisternas y de alto tonelaje desde Ilo, Perú.
“La pasta (cocaína no tratada) es escondida en camiones cisterna con placa boliviana, que llegan a Ilo (ciudad peruana) con petróleo (gasolina) y que al regresar a Bolivia cruzan los controles sin observaciones porque supuestamente están vacíos”, dice parte del informe.
“Los clanes utilizan camiones de carga con caletas de doble fondo en la tolva para el traslado de la cocaína. Una de las rutas de salida más usada es: San Francisco-Machente-Tambo-Ayacucho-Andahuaylas-Abancay-Cusco-Juliaca- Desaguadero-Bolivia”, expresa otra parte del documento.
Moldiz informó que los clanes familiares peruanos trabajan como emisarios en Bolivia y luego venden la droga a cárteles, como el de Tijuana o de Sinaloa, de México.
“Si decimos algo ponemos en alerta (a los narcos). Queremos resultados y quedamos con el Perú en apresurar la instalación de radares y mayor coordinación entre Perú y Bolivia en materia de lucha contra el narcotráfico”, detalló Moldiz.
Sobre el ingreso de droga vía aérea, los clanes peruanos utilizan la ruta entre el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) del Perú y pistas clandestinas en el norte de La Paz, en Beni y hasta en Cobija.
Según el informe antidroga, estas vías aéreas son las más utilizadas en este momento. La mayoría de las narcoavionetas que recogen droga de la selva peruana tienen placa boliviana, dice el documento.
Por último, las “barcazas especiales” ingresan desde el Perú a Bolivia por el lago Titicaca. “Se equipan barcos y lanchas para llegar a localidades bolivianas”, detalla el texto.