Mauricio AiraLas referencias al Fondo Nacional del Petróleo cuya función es garantizar el equilibrio económico en Noruega y permitir que sus beneficios se extiendan a todos sus ciudadanos, nos llenan de admiración y no pocos desean que algo parecido hubiese sucedido en Bolivia en la exportación del gas natural y de los minerales en los años de bonanza que ya se terminan.La historia de este prodigio empieza en 1963 cuando Noruega afirmó sus derechos soberanos sobre el Mar del Norte, 3 años más tarde se perforó el primer pozo, tres años sin éxito aparente hasta que la industria petrolera se convierte en fundamental para su economía y crece sin cesar desde 1980 hasta nuestros días. Los altos beneficios del gas y del petróleo permiten destinar al Fondo Nacional que hoy supera los 500 mil millones de dólares, con inversiones en todo el mundo en una gama enorme de explotaciones excluyendo la fabricación de armas y el endeudamiento de otros países.Noruega no ingresó a la Unión Europea, ni a la OPEP manteniendo su independencia y marcando políticas propias en materia de energía y producción petrolera estimada hoy en más de dos millones de barriles diarios, sin abandonar su tradicional producción de madera, de energía hidráulica, de pesca mientras en lo nacional con la metalurgia y la construcción de plataformas petrolíferas y artículos electrónicos ocupa lugares destacados.Los otros reinos nórdicos como Suecia, Dinamarca, Finlandia han creado asimismo fondos de interés social, Suecia por ejemplo es el segundo en la explotación de patentes industriales a nivel mundial y ha colocado dinero en educación y el desarrollo de empresas competitivas y de apreciables volúmenes de exportación.Útil mencionar que en la década de los 90 los escandinavos pasaron por una crisis en su economía, aunque según los expertos tuvieron la capacidad de gestionarla con inteligencia y se concentraron en reformas dentro del sector público, rebajando beneficios a tiempo de buscar la efectividad de sus instituciones. La carga impositiva que en Suecia llegó al 67% en 1993 cedió paso al recorte de “la sociedad de bienestar” y de estar en cuarto lugar en el mundo descendió al puesto 14. El modelo sueco cambió y las reformas de desregulación de los mercados, reducción del gasto público y hasta modificaciones en su Ley de Pensiones cambiaron la imagen del Reino, no obstante el impuesto a las empresas es del 22% bastante menor al de Estados Unidos y algunos de países de Europa como España.De vuelta al fondo de inversiones más grande del mundo, no pertenece a un banco o entidad financiera, es el fondo más importante del mundo propiedad del Gobierno, el Fondo de Pensiones de Noruega, tiene un patrimonio mayor a los 400 mil millones de euros. El fondo originado en 1990 tiene la finalidad de invertir todos los beneficios para mantener y pagar las futuras pensiones de todos sus ciudadanos, se podría asegurar que el ciudadano noruego, tiene la más segura y beneficiosa pensión de vejez del planeta. Gente joven, hijos de compatriotas que se trasladaron de Suecia a Noruega viven sobre un colchón de bienestar y seguridad admirables. Empleo fijo y bienes de propiedad familiar.Se estima en 700 el número de empresas de todas partes que reciben recursos del fondo noruego con criterio ético, social y ambiental. Su composición es considerada agresiva, 60% de renta variable, 35% de renta fija y el 5% se invierte en bienes raíces o inmuebles, siendo propietario del 1% de las acciones que cotizan en la bolsa mundial y el 2% de las empresas europeas. Con razón Humberto Vacaflor expresa su “sana envidia” por la existencia de esta maravilla administrada con honestidad e inteligencia.