Luego de que el director en Bolivia de la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito (UNODC), Antonino Di Leo, señalara que no se ha incluido el cálculo de conversión de coca-cocaína en el Informe de Monitoreo 2014 (pág. 75) porque “el gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia ha manifestado que su ordenamiento legal no le permite llevar a cabo este estudio” (video minuto 5.35), el ex zar antidrogas Ernesto Justiniano indicó que “no hay ninguna norma que prohíba realizarlo”.“Hay que recordar que el estudio de conversión, que sirve para determinar cuántos kilogramos de cocaína pueden producirse con una tonelada de coca, se hacía regularmente antes de la llegada de Evo Morales al gobierno, y no ha habido ningún cambio en la legislación desde entonces. Seguimos regidos por la Ley 1008”, precisó.
Ex zar antidrogas: “Ninguna norma prohíbe el estudio de conversión coca-cocaína”
Justiniano subrayó que el estudio es fundamental para establecer cuántas toneladas de cocaína se fabrican en Bolivia, dato sin el cual los Informes de Monitoreo de la UNODC quedan reducidos a simples estadísticas agrícolas sobre cultivos de coca.El último estudio de conversión“La última vez que se incluyó el estudio de conversión fue el 2008, en un informe donde al parecer hubo alguna influencia gubernamental, porque el rendimiento coca-cocaína se redujo misteriosamente. Hace 12 años, en el estudio del 2003, se señalaba que hacían falta 285 kilogramos de coca para obtener un kilo de cocaína, pero en el informe del 2008 se necesitaban 477 kilogramos de coca para tener el mismo resultado”, dijo.El ex zar antidroga indicó que esta reducción no es consistente con la modernización tecnológica del narcotráfico, cuando existen estudios que establecen que puede obtenerse un kilogramo de cocaína con menos de 200 kilos de coca, y remarcó que es necesario preguntarse qué pasó en ese último informe.“Se debe aclarar si hubo una equivocación en las cifras o si se aceptaron datos del gobierno sin ser verificados. También nos preguntamos si esto es lo que llevó a discontinuar los estudios de conversión”, subrayó.Justiniano añadió que, de acuerdo a estimaciones de los Estados Unidos, la producción de cocaína boliviana pasó en la última década de 80 toneladas a más de 200.“Otra pregunta fundamental que hay que hacerse es a quién le conviene que no se conozca cuánta cocaína se produce actualmente en Bolivia”, concluyó.<eju.tv