Una vida truncada por un premio millonario de lotería

De la noche a la mañana, su cuenta corriente se llenó de ceros. Un boleto premiado de la lotería le había hecho ganar 17 millones de dólares.

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Abraham Shakespeare. | AP



Gonzalo Aguirregomezcorta | Miami

Buscan al autor del crimen

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Dicen que Abraham Shakespeare no sabía ni leer ni escribir. Que cuando estaba en séptimo grado dejó los estudios y que durante su juventud era asiduo de la prisión de Lakeland, una ciudad de poco más de 89.000 habitantes situada al sur de Florida, porque se le iba la mano con algunos pequeños robos.

Tras sus fracasos como ladrón se dedicó a trabajar en lo que podía. El último empleo que tuvo fue el de copiloto de un camión. Se dedicaba a la distribución de carne a restaurantes de otras ciudades del Estado más soleado de EEUU.

Todo cambió durante el año 2006, cuando la suerte llamó a su puerta y él la abrió sin preguntar quién era ni reparar en los efectos secundarios que ésta traería en su vida. De la noche a la mañana, su cuenta corriente se llenó de ceros y su austeridad fue empujada por la inconsciencia de verse rodeado de infinidad de billetes verdes con el rostro del antiguo presidente Benjamin Franklin. Un boleto premiado de la lotería le había hecho ganar 17 millones de dólares, que a efectos prácticos vienen a ser más de 12 millones de euros.

Llegó a convertirse en el tipo más popular no sólo de su barrio, sino de la ciudad. Se mudó a una zona de clase alta, y los problemas empezaron a aparecer. El primero con el que se encontró fue el de la denuncia que su compañero de cabina en la carretera interpuso contra él. Alegaba que Shakespeare le había robado el boleto de su cartera durante una de sus entregas de carne a la ciudad de Miami. Un juez de Lakeland tardó dos horas en darle la razón.

Desaparecido sin dejar rastro

Un día del mes de abril de 2009, desapareció sin dejar rastro. Las posibilidades que se barajaron desde un principio fueron dos: que hubiera huido a algún lugar remoto, o que hubiera sido víctima de un crimen. «El hecho de que el día de Acción de Gracias haya pasado sin una sola llamada, es una preocupación», señaló en noviembre Dorice Moore, por aquel entonces amiga y portavoz del desaparecido.

Finalmente, el cuerpo de Abraham Shakespeare fue encontrado el jueves en la localidad de Plant City, en Florida. Estaba enterrado en el patio de la casa del novio de Moore, Shar Krasniqi, después de nueve meses sin saberse su paradero.

La comisaría del condado de Hillsborough, donde fue hallado el cuerpo, explicó que los restos fueron identificados por sus huellas dactilares y que es muy probable que Moore pueda aportar información sobre lo sucedido.

Según el comisario Grady Judd, ella estaría de alguna manera relacionada con el suceso. Judd explicó que Moore transfirió más de un millón de dólares de la cuenta de Shakespeare a la suya pero ella afirmó que se trataba de, un regalo. Las autoridades aún no esclarecieron los hechos, y se espera que los próximos días sean claves para la investigación.

El hermano de Shakespeare, Robert Brown, explicó que siempre le reconoció que «hubiera deseado que aquel boleto nunca hubiera sido el ganador». Por otro lado, Samuel Jones, amigo de la infancia de la víctima, también aseguró que llegó a decir que «pensaba que toda esta gente eran sus amigos, y que comprobó que todo era cuestión de dinero».

La vida de Abraham Shakespeare se vio truncada por el teatro de unos personajes que han girado alrededor de un boleto de lotería ganador. (ELMUNDO.es)