El genocida soviético ha recobrado popularidad, 62 años después de su muerte. Pese a ser responsable de la muerte de millones, el gobierno de Putin lo reivinidica por haber convertido al país en superpotencia
El partido comunista ruso anunció, el jueves, haber inaugurado la víspera dos monumentos dedicados a Josef Stalin, símbolo –según esta formación– de la recobrada popularidad del dictador soviético entre la población rusa.
Militantes comunistas erigieron el miércoles una estatua de Stalin de tres metros de altura, ante una fábrica de la región de Maris, al este de Moscú, y un busto dorado del ex dirigente soviético ante los locales del partido en Penza, al sudeste de la capital rusa.
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Varias centenas de personas asistieron a ambas ceremonias de inauguración, algunas portando banderas rojas y retratos de Lenin, según las antenas locales del partido.
«Stalin era y sigue siendo un excepcional hombre de Estado, una de las figuras centrales de la historia mundial», comentó en un discurso el diputado comunista Dimitri Novikov.
Cerca de sesenta años después de la denuncia del dirigente soviético Nikita Jruschov –en 1956, tres años después de la muerte de Stalin– sobre los crímenes del estalinismo y del culto a la personalidad, la figura de Stalin divide profundamente a la sociedad rusa.
Unos lo detestan por los millones de víctimas de la represión sangrienta de su régimen, pero otros destacan su papel en la victoria contra la Alemania nazi y en la industrialización del país.
«Stalin era y sigue siendo un excepcional hombre de Estado, una de las figuras centrales de la historia mundial»
La principal ONG de defensa de los derechos humanos rusa, Memorial, está preocupada por la multiplicación de iniciativas destinadas a ensalzar la memoria de Stalin.
Oficialmente denunciado por el terror de Estado que orquestó hasta su muerte en 1953, Stalin se beneficia de una cierta comprensión por parte del poder actual, que subraya el estatus de superpotencia que tuvo la URSS en la época o las «decisiones justas» que tomó el dirigente para industrializar el país.
En 2013, Stalin lideraba unos sondeos sobre los héroes rusos. Cerca del 39% de los rusos sienten admiración, respeto o simpatía por él.
Fuente: infobae.com