Pese a la aceleración incesante del progreso técnico, los aviones militares de las últimas décadas no son obligatoriamente más rápidos que sus precursores. Los ‘abuelos’ de la aviación, que volaban a velocidades varias veces el número Mach y ahora están expuestos en algún museo, siguen guardando la memoria de aquellos récords todavía no superados.
Los avances técnicos alcanzados en las primeras tres décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial tuvieron un impacto inmenso en la industria aeroespacial. Algunos diseños aerodinámicos siguen siendo válidos para aplicarlos en nuevos aparatos, aunque estén fabricados de otros materiales y tengan un nivel tecnológico distinto.
La revista digital ‘Business Insider‘ ofrece a sus lectores un ‘ranking’ de los aviones de combate y bombarderos más rápidos jamás construidos, algunos de los cuales se adelantaron a su época.
9. F-4 Phantom II
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El caza supersónico de propulsión a chorro F-4 Phantom II fue desarrollado básicamente para la Armada de Estados Unidos y oficialmente entró en servicio en 1960. A mediados de esa misma década el avión fue adoptado por la Infantería de Marina y la Fuerza Aérea del país.
Cada aparato es capaz de portar más de 8.165 kilos de armas, incluidos misiles aire-aire, misiles aire-tierra y varias bombas. Destacó en muchas ocasiones durante la guerra de Vietnam, pero a su término fue sustituido gradualmente por el F-15 y el F-18 Hornet.