Es normalista, especialista en matemáticas; varias veces ha sido condecorado por su amplia labor educativa
La clave del trato amable y el hablar seguro del profesor Saúl Montaño Patiño es que basa su tarea de enseñanza en valores cristianos, los que son inculcados a niños y jóvenes en el colegio Cristo Rey, el cual, según una empresa extranjera, es uno de los mejores del país.
Montaño nació en Mairana, el 5 de julio de 1944, pero su familia se trasladó a Vallegrande cuando tenía un año y en esa ciudad vivió su tierna infancia hasta los seis, cuando, con sus padres y sus cuatro hermanos, se mudó de nuevo, esta vez a la capital departamental, donde ingresó al colegio Neptalí Sandóval, en el que hizo la primaria, y en el Nacional Florida, de donde salió bachiller.
El lugar de sus travesuras y juegos con pelota de trapo fue el arenal del antiguo cauce del río Piraí, hoy conocido como avenida Cañoto.
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Vocación
Matriculado en la universidad estatal, donde estudiaba ciencias económicas, fue llamado por la directora de un colegio evangélico, religión a la que se convirtió a los 14 años, para ocupar la cátedra de matemáticas para primaria, reto que pasó y fue ratificado a medio año.
La jefa del establecimiento vio su nata vocación de enseñanza, en especial con los chicos, por lo que le sugirió que estudie en la normal Enrique Finot, de donde egresó como maestro de matemáticas con el segundo mejor promedio.
Posteriormente obtuvo la licenciatura en Administración Educativa de la Universidad Internacional de Educación a Distancia de Costa Rica, además de múltiples estudios de posgrado que engrosaron su currículum y nutrieron sus conocimientos.
Fue profesor de varios colegios evangélicos y fiscales, hasta que un día de sur y chilchi, cuando manejaba su moto, sintió la chispa divina que terminó con la creación del colegio Cristo Rey, el cual comenzó con cinco aulas, ocho profesores, tres administrativos, él como director, la secretaria y 343 alumnos, establecimiento que está a punto de cumplir 40 años y que se destaca en la ciudad tanto en el estudio como en los deportes.
Los méritos propios se han multiplicado y de ahí que no se dejaron esperar los reconocimientos de las instituciones, siendo nombrado Doctor Honoris Causa a la Excelencia Educativa por la Organización de las Américas para la Excelencia en Lima (Perú), en 2009.
También ha sido condecorado por los colegios privados de Santa Cruz con las medallas de plata y con la de oro por el apostolado docente, además de la medalla Gran Orden Boliviana de la Educación por el ministerio del área con ocasión de las bodas de plata de su colegio, en 2001; entre otros.
El profesor Saúl Montaño comparte su vida con Eunice Moreno Vargas, que le dio tres hijos y estos, ocho nietos
Fuente: eldeber.com.bo