Solo el 10% de los desechos es reciclado. Aún está en discusión la reglamentación de la Ley de Gestión de Residuos. El país genera 6.475 toneladas de basura diaria
Christopher André- EL DEBER – [email protected]
Este 17 de mayo se recuerda el Día Mundial del Reciclaje, una práctica que es casi nula en el conjunto de la sociedad boliviana. El boliviano aún no ha aprendido a reciclar, y el aparato estatal ha comenzado una transición lenta a un modelo de gestión de recursos.
Bolivia genera aproximadamente 6.475 toneladas de basura diaria, según datos del Ministerio de Medio Ambiente. De esta cantidad de desechos, se recicla 600 toneladas de residuos no orgánicos y 58 de residuos orgánicos. Es decir poco más del 10%
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Los responsables de este reciclaje son en su mayoría recolectores, hombres y mujeres que escarban en la basura en busca de plásticos y metales que pueden ser vendidos a precios ínfimos. En Bolivia existen unas 20.000 personas que se dedican a esta actividad de manera regular.
El panorama de la gestión de recursos avanza lentamente. En octubre de 2015 entró en vigencia una Ley que promueve la actividad del reciclaje, que como sucede con muchas normas espera la fase de reglamentación para ser 100% aplicable.
Falta de aprovechamiento
Vladimir Gutiérrez, director de la Dirección General de Residuos Sólidos, en entrevista con EL DEBER, considera que la situación del reciclaje en Bolivia «ha ido mejorando» de a poco pero que aún falta mucho por hacer.
«El 77.1% del total de residuos (orgánicos o no orgánicos) son aprovechables a través de sistemas de tratamiento de residuos. Entonces hace falta ver el potencial», explica Gutiérrez.
La autoridad pone el ejemplo del aprovechamiento de los residuos orgánicos, que en departamentos como el Beni, son generalmente desechados y se pierde la oportunidad de reconvertirlos en fertilizantes que pueden contribuir en la actividad agrícola.
Algunos municipios que ya hay empezado a trabajar en el tema de gestión de recursos son Comarapa y Vallegrande, en el departamento de Santa Cruz; y Vinto, Sacaba y Tiquipaya en Cochabamba.
Un compromiso de todos
Más allá de las iniciativas estatales existe también poco compromiso ciudadano con el tema del reciclaje. Cochabamba fue la primera ciudad en implementar contenedores diferenciados de recolección de basura, pero la experiencia falló.
El proceso de reciclaje entonces se complica y queda en manos de los recolectores de basura o empresas que se dedican a esta área.
En abril Emacruz, puso en marcha en Santa Cruz, un parque de reciclaje en los predios del vertedero de Normandía. La planta realiza el proceso de separación de plástico, cartón, papel, metal y vidrio.
La planta además cuenta máquina picadora de llantas, equipo con capacidad para producir al día 100 toneladas. En el segundo está la trituradora de los restos de las podas de los árboles, con una capacidad para convertir en viruta 25 toneladas de residuos por hora.
«El reciclaje es un compromiso que se deben asumir desde distintas instancias, la estatal, pero también la privada. También debe existir conciencia ciudadana respecto al tema», concluye Gutiérrez.
Fuente: eldeber.com.bo