El látigo de Robben


Holanda despacha a Eslovaquia con un golazo del extremo y otro de Sneijder cerca del final.

Holanda, con aparente facilidad, se deshizo de Eslovaquia y espera ya rival cómodamente asentado en los cuartos de final. Su trayectoria, hasta el momento, conoce más de triunfos basados en un fútbol práctico y eficaz que en ese juego de ensueño que se le presupone a su escuela. De momento, le vale con mostrar oficio y aprovechar las prestaciones de dos jugadores excepcionales, Sneijder y Robben.

Holanda



El primero, a cuentagotas, es un referente por su visión de juego y una precisión en el pase poco abundantes en este Mundial de escaso fuste. Su pase a Robben en el primer gol de Holanda es, tal y como está el campeonato, una auténtica obra de arte. El extremo, luego, hizo bueno el pase con una jugada que repite una y otra vez y que suele proporcionarle grandes resultados.

 

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Robben recortó hacia el centro en un gesto técnico que todos conocen pero que nadie resta, para disparar muy ajustado con su pierna izquierda. Holanda vivió de este gol mucho tiempo, hasta el punto de recrearse demasiado. Con Van Persie desconectado y sin fluidez en el centro del campo, Eslovaquia lo intentó y estuvo a punto de lograr el empate. Tanto Stoch como Vittek gozaron de dos claras ocasiones de gol, momento en el que a Holanda le salvó su portero, Stekelenburg, con dos intervenciones de mérito. 

Este aviso de Eslovaquia espoleó al conjunto oranje, quien decidió que ya era el momento de acabar con cualquier atisbo de sufrimiento. Kuyt, un futbolista que siempre aporta, realizó un jugadón para que Sneijder, a placer, hiciera el segundo tanto a falta de siete minutos para el final. El choque quedó resuelto y solo quedó tiempo para que Vittek pasara a la historia del fútbol eslovaco con su gol de penalti en el último suspiro. Con ese tanto, se convirtió en el máximo goleador de su selección de todos los tiempos.

Fuente: El País