Los pobladores del Occidente de Oruro desde hace dos décadas atrás anhelaban una carretera que integre esta región con todas las poblaciones y municipios de la zona, por lo que era imperante la construcción de la carretera Oruro-Pisiga, que ahora, después de mucha espera, está a punto de ser entregada.Según registros ofrecidos por la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), fue en la década de los 90 a iniciativa de los mismos pobladores y algunas autoridades que se inicia el estudio a diseño final y a partir de ello se tiene un documento en la gestión 1996, con la que se da luz verde a la construcción por tramos de esta carretera, parte del denominado Corredor Bioceánico.»Han transcurrido 20 años de trabajos intensos y la ABC cumple con el compromiso de entregar el corredor bioceánico en la gestión 2016, son dos décadas a partir del inicio de la construcción, de conflictos, de recisión de contratos y de muchos problemas con las poblaciones, con las empresas y con algunas comunidades por la liberación de bancos de agregados, pero hoy concluimos la carretera anhelada de Oruro-Pisiga», refirió el gerente regional de la ABC Oruro, Edwin Gonzales.El estudio a diseño final del proyecto Oruro-Pisiga inicia en la gestión 1994, trabajo que está a cargo de la Asociación de Consultores Consa-Comser y se concluye en la gestión 1996. Al contar con este documento oficial el Gobierno inicia gestiones para el financiamiento del proyecto en su conjunto que es dividido en varios tramos: Oruro-Toledo; Toledo-Ancaravi; Ancaravi-Huachacalla y Huachacalla-Pisiga.En 1998 tras varias gestiones de financiamiento, se inicia la construcción del tramo Oruro-Toledo con una inversión de 14 millones de dólares, gracias a la Corporación Andina de Fomento (CAF); se realiza una invitación directa al Comando de Ingeniería del Ejército, la supervisión está a cargo de SNC (Servicio Nacional de Carreteras) hoy ABC.Los recursos invertidos en un 70 por ciento (%) por la CAF y la contraparte del 30% de la Prefectura de Oruro hoy Gobierno Autónomo Departamental de Oruro (Gad-Oru).En la gestión 2000 se da una recisión parcial al Comando de Ingeniería del Ejército por causas atribuibles al contratista e ingresa el Consorcio Toledo que está integrada por las empresas Conoc-Soboce-Illimani.Este consorcio concluye la colocación del pavimento rígido de los 36 kilómetros del tramo Oruro Toledo y es entregado el 10 de febrero del 2003. En la misma gestión se inicia el tramo Ancaravi-Huachacalla que es financiado por la CAF en un 80% y el restante 20% es contraparte de la Prefectura de Oruro, la inversión asciende a 25 millones de dólares.La empresa que ejecutó este tramo es Consorcio Vial Cumbre que está integrada por las empresas Iasa-Cruceña-Minerva; la supervisión está a cargo de PCA Consultores, la gestión 2006 se concluye la construcción del pavimento rígido de los 70 kilómetros de longitud.El tramo Huachacalla-Pisiga comienza a construirse en la gestión 2007 con una inversión de 29 millones de dólares, recursos invertidos en un 85% por la CAF y la contraparte del 15% de la Prefectura de Oruro.El consorcio Andino es el contratista que está a cargo de la construcción, integrada por las empresas Eccla-Olmedo-Compacto, la supervisión está a cargo de Ecoviana y en la fase final la consultora española ATJ. Este tramo de 71 kilómetros de pavimento rígido se concluye en la gestión 2012, año en la que se entrega a la población orureña.El último tramo que falta construir es el Toledo-Ancaravi, ya en la gestión 2010 se inician los trabajos de construcción de este tramo a través del Consorcio Toledo, integrado por las empresas Grandy Labori-Bartos-CCI. El tramo tiene una inversión de 16 millones de euros, recursos del crédito Italiano, este consorcio no cumple con el contrato por lo que se rescinde contrato en la gestión 2011. Ese mismo año, con crédito CAF y aporte local del Gad-Oru, se reinicia los trabajos del tramo Toledo-Kulluri, tras la firma del contrato con el Consorcio Vial Ancaravi que está integrado por las empresas Oca-Intensus.A fines de la gestión 2012 también se rescinde contrato con el Consorcio Vial Ancaravi, esto por causas atribuibles al contratista. La ABC decide dividir este tramo en dos sub tramos: tramo I Toledo-Kulluri de 14 kilómetros; y el tramo II Kulluri-Ancaravi de 42 kilómetros de longitud.En la gestión 2013, propiamente en mayo se da la orden de proceder a Congar tras la licitación por excepción, este tramo es construido con una inversión de 48 millones de bolivianos, financiados por la contraparte local del Gad-Oru y por la ABC.Este tramo de 14 kilómetros de longitud que es Tratamiento Superficial Doble, fue concluido en septiembre de la gestión 2014.El tramo II Kulluri-Ancaravi es ejecutado por la Asociación Accidental Congar y Asociados, con una inversión de 175 millones de bolivianos (de los cuales se destinaron 30 millones para la adquisición de cemento 1P-40), recursos invertidos por la Corporación Andina de Fomento (CAF) en su mayor parte y aproximadamente 21 millones de bolivianos por el GAD-OR.Durante la ejecución de este tramo se presentaron muchos problemas, principalmente en el tema de agregados, por lo que recurrió a la comunidad de Agua de Castilla del Municipio de Belén de Andamarca, los propietarios de este banco de agregados coadyuvaron con la construcción de este tramo carretero.El tramo II tiene 42 kilómetros de longitud de pavimento rígido y se concluirá a fines de este mes.
Carretera Oruro-Pisiga una realidad después de dos décadas
Fuente: La Patria