Se presentó ante el mundo como hombre transgénero y gay en las redes sociales y lleva años respondiendo al acoso de los paparazis desde el activismo en Internet
Actually wasn’t kidding about the baseball cap. Isn’t this surreal? pic.twitter.com/LPYd4oCkn1
— Stephen Ira (@supermattachine) 27 de marzo de 2017
También fue uno de los primeros en hacer entender que aquellas personas que se sienten a gusto con el género sexual con el que nacieron tienen un nombre: cisgénero. Usar este término, defiende desde sus escritos, sirve para reconocer la existencia de otras realidades igualmente válidas, como es la de los hombres y mujeres transgénero.“Escuchad lo que contamos sobre nuestra vida, sobre nuestro cuerpo. Llegad a conocernos, no solo a unos pocos de nosotros. Entended que no hay dos que seamos iguales. Es algo que ha existido toda la vida, simplemente la Historia nos ha eliminado hasta hace poco“, comenta Ira a EL PAÍS a través de correo electrónico poco después de lanzar su blog.
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Una vida en titulares
La vida de Stephen Ira se puede resumir en titulares reales. «Warren Beatty se queda embarazado», decía Entertainmet Weekly en 1991. Con esa elocuencia anunciaba el final de un seductor, convertido en padre de familia primerizo, con los 50 años ya cumplidos. El artículo destacaba que la actriz Annette Bening ponía fin así una interminable lista de conquistas de Beatty —Madonna, Julie Christie y Diane Keaton, entre otras—. El joven se convirtió en objeto de deseo mediático antes de su nacimiento, pero el interés por su vida se disparó a medida que se iba conociendo su historia personal.Durante años aparecieron artículos que aseguraban que Ira no se hablaba con un «poco comprensivo“ Warren Beatty. Él responde que es con los medios de comunicación con los que tiene continuos desencuentros. De él se decía que había huido del castrador hogar familiar en Los Ángeles rumbo a Nueva York. Sin embargo, Ira explica que se trasladó para iniciar sus estudios universitarios de Artes Creativas en Sarah Lawrence, uno de los centros más progresistas del país. Se publicó que escondía sus apellidos tras el Ira de su abuelo por despecho a sus padres. Él replica que es por respeto: «Estoy orgulloso de ser hijo de quien soy, dos personas que se dedican brillantemente al arte. No quiero que se haga de mis ideas políticas un arma arrojadiza en su contra“, apuntaba en su blog ante todos sus lectores.Hasta hace hace pocos meses, su célebre padre nunca le había mostrado apoyo en público. En una entrevista, publicada en octubre de 2016 en la edición estadounidense de Vanity Fair, decidió enfrentarse a esos rumores. “Es un revolucionario, un genio y mi héroe, como el resto de mis hijos”, contestó el actor a los elogios que el periodista dedicaba a Ira.Muchos, antes de esta rotunda declaración de amor, habían publicado todo tipo de informaciones que no habían conseguido ningún tipo de reacción por parte del veterano intérprete. ”Warren Beatty se niega a pagarle un pene a su hija“ es una de las frases más despiadadas que pueden leerse sobre Stephen Ira en las publicaciones digitales anglosajonas. Mientras tanto, el acoso de The National Enquirer se prolongó durante años. “Fue el medio que me expuso a la fuerza“, explica.
Uno de los asuntos por los que Ira se siente más agredido es el permanente interés sobre los detalles de su proceso de reasignación de género, que él considera morboso e invasivo.»Claro que necesitamos encontrar el modo de educar a la gente acerca de otras vivencias ajenas al estándar, pero sin sacrificar nuestra privacidad. Para conseguir visibilidad no deberíamos estar obligados a revelar nuestro historial médico. Es innecesario tener que explicar dónde y cuándo se ha operado cada uno o la cantidad de hormonas que toma para que se le comprenda“, cuenta este adicto a las redes sociales, que a golpe de tuit debate sobre sexo o política con sus seguidores con la misma naturalidad con la que presume de novio.Fuente: elpais.com