A punto de darnos un tiro en el pie


José Luis Bolívar Aparicio*Un encono personal entre el Dr. Víctor Paz Estenssoro y el Dr. Walter Guevara Arze, le hizo al primero cometer un error de magnitudes cuando con la ayuda de su compañero Guillermo Bedregal promocionaron el Golpe de Estado del 1 de Noviembre de 1979, que no solo costó vidas y sangre al pueblo boliviano, sino el fracaso del que había sido hasta un día antes, el mayor y mejor logro diplomático de nuestra vida republicana.Hoy día, por cohesión política a una ideología ya en caída libre, muchos bolivianos están a punto de promocionar un error quizás mucho más grave que aquel cometido hacen 38 años.La Canciller venezolana Delcy Rodríguez ha hecho una declaración realmente alarmante al indicar que por instrucciones de su presidente y máximo líder de la Revolución Bolivariana, Nicolás Maduro, Venezuela no formará más parte de la Organización de Estados Americanos bajo el pretexto de dignidad, evitar la injerencia y todas las acciones que el imperio, a través de sus cipayos, está ejerciendo sobre la patria de Bolívar, luego de que 16 países miembros convocaran a una reunión urgente para tratar temas que tienen que ver con la grave crisis que azota a la nación caribeña.Fiel a su estilo, el dignatario hablando lo más fuerte posible, para que sus ideas vacías de sentido pero llenas de cacofonía, exalten el espíritu patriótico de quienes todavía le siguen, proclamó el 26 de abril como el “día de la dignidad de independencia” (SIC), muy a la moda del socialismo del siglo XXI al que le faltan fechas en el calendario para asignarles un día memorable con un # imperialista por delante y así poder nombrarlos como el día de la mentira, el día de la refundación, el día del pijcho y así lo que venga, a ellos cualquier cosita les sirve.Tratar de entender lo que le pasa a Venezuela en este mal paso, pero especialmente por qué los venezolanos lo están permitiendo, es algo que merece análisis y tomaría muchas líneas de esta columna que no deseo invertir así, pues mi verdadera preocupación está orientada al hecho de que han empezado a surgir voces al por mayor en nuestro país, de quienes entienden a la OEA como el Ministerio de Colonias de Estados Unidos, para seguir los pasos de Venezuela y salirnos de la misma manera de la organización para poder castigar a los malvados del norte. Créame que en cualquier circunstancia, y sabiendo que para nuestro gobierno la mayor parte de este tipo de decisiones sobre todo diplomáticas responden a una presión hormonal más que cerebral, sabría que Evo Morales lo haría y no me interesaría en lo absoluto. Desde 2006 que apuntamos de mil maneras a ser una isla en el medio de un continente y mientras menos relaciones adecuadas tengamos con el mundo civilizado mejor para los de azul.Pero por una clara razón es que esta vez me encuentro realmente preocupado y me aterroriza que para este efecto nuestro mandatario crea que le hace un gran favor a su compadre y busque la manera de salirnos de la OEA, cometiendo justamente ahora, un fatal desacierto para nuestra historia (de vuelta para variar diría alguien).Me declaro un consumado opositor al gobierno de Evo Morales desde su ascenso al poder en el año 2006, y así ponga en mi puerta una parada del teleférico, o una cancha de pasto sintético sólo para que mi perro salga a hacer sus gracias, haga lo que haga voy a ser un eterno contrapuesto por muchísimas razones, principalmente por su displicente política de combate al narcotráfico y el apoyo a la excesiva producción de coca excedentaria con la cual estoy en desacuerdo y lo estaré siempre.Sin embargo, nuestro presidente cuenta con mi respaldo incondicional y total adscripción a la demanda marítima que hizo el Estado a Chile ante la Corte Internacional de Justicia respecto al enclaustramiento marítimo y la búsqueda de una solución concertada con nuestro difícil vecino.Voy a situarme en el mejor escenario posible, y el que quisiera que suceda con todo mi corazón, más allá de lo que crea el Sr. Morales de sus consecuencias políticas, lo deseo así porque es el fervor de toda mi nación.En esa circunstancia, lo que dictaminaría la corte en La Haya es que, de acuerdo a las muchas ocasiones en las que Chile hizo compromisos formales de todo tipo que no ha cumplido y que en innumerables veces ha interrumpido unilateralmente, dando largas eternas a nuestro ansiado anhelo, Bolivia y Chile se siente formalmente en una mesa de negociación, para que en un plazo prudente ceda a nuestro país una salida soberana al Océano Pacífico.Lo que claramente no están viendo quienes quisieran que nos salgamos de la OEA son tres puntos fundamentales.El primero es que Chile no va a ser ese demandado que con afecto va a recibir la sentencia y con gusto la va a cumplir. Mientras más favorable a nosotros sea el dictamen, más intransigente se va a poner, mientras más pidamos, menos nos van a dar. La única vía asumo para conducir nuestro pedido, va a ser la presión mundial pero sobre todo continental, para que cumpla lo que dicte la Corte y para ello la OEA sería el escenario esencial en el cual podremos ejercer la debida coerción de manera que los trasandinos concilien con nosotros lo que andamos buscando.Para el segundo, no debemos olvidar tampoco que una de las bases de nuestra demanda, es justamente la Resolución que emitió la OEA el 31 de octubre de 1979, cuyo principal dictamen era convertir la situación bilateral existente entre Bolivia y Chile en multilateral, por la implicancia que tiene la no solución de esta controversia en los destinos del continente.Y por último, llegando al escenario más benigno que podamos encontrar y haciendo de cuenta que tenemos más suerte Mr. Magoo, y Chile esté de acuerdo en cedernos una salida soberana al mar, el Tratado de Ancón de 1908 establece claramente que, cualquier disposición que asuman Bolivia y Chile sobre territorio que haya sido peruano antes de la guerra, debe contar con el consentimiento y aquiescencia del Perú, situación que ya nos jugó en contra en 1976 cuando debió resolverse nuestra disputa durante los gobiernos de Banzer, Pinochet y Morales Bermúdes.No podemos dispararnos en el pie, y obstaculizar de manera alguna nuestras aspiraciones como país, basados en algo que para nosotros especialmente no tiene ningún sentido. Finalmente la situación venezolana es algo que corresponde exclusivamente a ellos y su soberanía y más allá de nuestros afectos políticos, siempre debe estar por encima de todo y todos, los intereses nacionales y los postulados de las políticas de Estado.Ruego al cielo porque nuestras autoridades, ante todo las diplomáticas que tan extraviadas han estado últimamente, especialmente en la OEA, mediten, recapaciten y no cometamos un error del que nos arrepintamos los próximos cien años.*Es paceño, stronguista y liberal