Economía de palabras – Humberto Vacaflor Ganam
En el curso de una semana dos países vecinos tuvieron buenas noticias de sus empresas petroleras: Brasil encontró un nuevo (y van…) campo mar adentro y Chile encontró un yacimiento de gas en el sur.
Y hace un mes, Paraguay informó que estaba explotando gas de un campo recién descubierto y preparaba nuevas exploraciones, muy cerca de la frontera con Bolivia.
Incluso Argentina está produciendo noticias sobre avances en el sector petrolero, como efecto del cambio de política de incentivos dispuesto por la señor Cristina Kirchner. El campo El Orejano, de gas en lutitas (shale gas) perteneciente a la formación Vaca Muerta comenzará a inyectar gas a los ductos argentinos. Es un campo que pertenece sólo a YPF.
En cambio, en Bolivia no tenemos noticias de nuevos campos descubiertos desde que las petroleras perdieron el interés e YPFB la brújula.
Dice Álvaro Ríos, exministro de Hidrocarburos, que los trabajos de exploración que acaba de anunciar YPFB se concentran en campos ya descubiertos.
Este panorama es todavía más negro. Un informe elaborado por Ríos prevé que los campos en actual explotación tienden a decaer en su capacidad de producción, lo que se hará más difícil a partir de 2015.
Hay un silencio preocupante sobre los resultados de la exploración, con perforación incluida, en el norte de La Paz. Aparte de violar las leyes de consulta previa con los pueblos originarios, la sociedad YPFB-PDVSA no produjo otras noticias. Una licencia ambiental para esas operaciones se hizo en el increíble récord de siete días.
Con la declinación de la capacidad de producción de los campos en exploración se abre una interrogante muy difícil. ¿YPFB seguirá priorizando las exportaciones y postergando la atención del mercado interno?
Comibol ha recibido órdenes de importar carbón mineral para poner en marcha el proyecto siderúrgico del Mutún.
La perspectiva, por lo tanto, es que conforme la producción de gas se vaya agotando, los bolivianos tengan que buscar fuentes de energía alternativas, porque el gas natural es para los vecinos.
Esa perspectiva tendría que preocupar a quienes se entusiasman con gobernar el país y han incorporado en sus proyecciones políticas la idea de gastar el dinero proveniente de las exportaciones de gas.
El actual gobierno se benefició con el gas descubierto en anteriores gobiernos. La herencia de la actual administración no dará motivos para el agradecimiento.