Nelson Moises Revollo Morales – [email protected]
La cada vez más intensa actividad electoral, y la reaparición de políticos viejos juntándose con viejos políticos (¿no son lo mismo verdad?), donde por ejemplo después de un ceremonioso coloquio político, proclaman un candidato, que al instante niega ser candidato de ese coloquio.
La presentación de alternativas a Evo Morales, fundamentadas en el cambio de un indígena confrontador y abusivo, por otro indígena "pacifista", es simplemente una concepción que beneficia y celebra el oficialismo.
Por un lado tenemos un indígena "pacifista" y más "preparado" que ya perteneció a un gobierno "neoliberal" que, es la musa del actual, para hacer y deshacer el país con una inmutable parafernalia discursiva o, por una autoridad edil de origen indígena de una región olvidada de amplio dominio oficialista; no son más que una oclusión a un verdadero consenso político para lograr no derrotar a Evo Morales solamente, sino a un sistema de imposición, irregularidad, confrontación institucional y civil que ya se consolidó en nuestro país.
Esa premisa bajo el modesto entendido de que, "el lanzar a un indígena a la propuesta opositora, es para de captar votos del campo e indígenas", ¿PERO ALGUIEN ES CAPAZ DE CREER QUE EN EL CAMPO PREFIERAN A OTRO "INDIGENA" QUE NO SEA EVO MORALES?, que nunca se olvidó de ellos, al brindarles tractores y bonos de "dignidad" (sin mencionar la fuerte dictadura sindical).
¡POR FAVOR!, entendamos que esa concepción del "indígena contra el indígena" es algo que conviene totalmente a la imagen de Evo Morales, la imagen del indígena oprimido en busca de su revancha está muy bien ocupada por él, la estrategia debe ser construir una verdadera imagen de unidad, desarrollo, capacidad, y sensibilidad social (no con palabras solamente, sino sobre todo con una carta de vida); QUE CAUTIVEN NO VOTOS DE CAMPESINOS E INDIGENAS Y LOS "DEMÁS" CIUDADANOS, SINO DE TODOS Y CADA UNO DE LOS BOLIVIANOS.
¿EL FRENTE ÚNICO?
La utopía de pensar en un solo frente, es simplemente un discurso que bajo las actuales circunstancias, si se haría realidad, convendría al oficialismo.
Sea quien fuere el candidato presidencial y su acompañante, el ver caras que nos traigan algunos recuerdos del pasado, causante del vigente fenómeno "Evo", simplemente serían fácil blanco para la campaña oficialista de señalar que todo en bloque "anti-evo", son los grupúsculos oligárquicos que sienten amenazados sus privilegios y no quieren el proceso de cambio (que significan cheques, bonos y otras medidas).
Además, el "todos contra Evo", generaría un increíble, tenso y confrontador ambiente político, donde la peor parte del desgaste sería para el frente único, porque al mezclar de la oposición su lado interesante, con lo confuso y la basura; simplemente tendrían un monstruo opositor sin una oreja, con un ojo ciego, cojo, torpe, etc. Con una fuerza ficticia que puede desmoronarse en cuestión de momentos, en resumen se trataría de un experimento espantoso.
En conclusión, si realmente se quiere lograr un resultado alentador el 6 de diciembre, no consiste el camino en "unirse", sino en "dejar" surgir una candidatura. ¿CUAL?, ya lo averiguaremos a finales de agosto.