Grave error del Órgano Electoral

Decenas de miles de mujeres casadas estaban observadas porque llevaban, en su documento de identidad, el apellido de sus esposos…

laPrensa Editorial La Prensa

El Órgano Electoral Plurinacional (OEP) ha incurrido en un gravísimo error que se convierte en el principal responsable del escándalo desatado en el país como consecuencia del elevado número de personas observadas en el registro electoral.



El propio Presidente del OEP dijo que uno de los más graves problemas detectados en el registro de votantes era la enorme cantidad de personas que podrían ser inhabilitadas debido a que sus datos en el padrón biométrico no estaban respaldados por sus certificados de nacimiento.

Esa cifra pasó de 400.000 personas observadas por esa causa, lo que provocó no sólo dudas sobre la transparencia del Órgano Electoral que antes recibía sólo elogios por su trabajo con el empadronamiento y la correcta posición de independencia asumida frente a las presiones, especialmente del Órgano Ejecutivo.

Ese volumen de observados se convirtió en la manzana de la discordia y centro de violentos enfrentamientos verbales entre oficialista y opositores que dan un triste espectáculo. Unos piden que se inhabilite a esas personas, otros dicen que debe respetarse el derecho de los inscritos a sufragar, generándose una situación de alta tensión que ocupa a los medios de comunicación.

El caso es que miles de personas, en especial mujeres, se agolpan desde el jueves en las oficinas de cortes departamentales electorales, como no lo habían hecho antes, para tratar de corregir las causas de estar observadas y no ser inhabilitadas, a pesar de haberse registrado con su carnet de identidad y tener su certificado de nacimiento.

El Órgano Electoral Plurinacional recién se dio cuenta de que decenas de miles de mujeres casadas estaban observadas porque llevaban, en su documento de identidad, el apellido de sus esposos que, obviamente, no figura en sus certificados de nacimiento con los que se comparó en el Registro Civil.

Tamaño error es inadmisible en una entidad que parecía que hacía las cosas con seriedad y responsabilidad. A ello se suma que no todos los nombres de los observados figuran en las separatas distribuidas en diarios del país. Sólo llamando por teléfono a las cortes departamentales o ingresando a sus páginas electrónicas se puede saber si una persona está o no observada, lo que complica aún más la posibilidad de corregir los errores a tiempo.

Es cierto, hay otras irregularidades, como la distribución gratuita de cédulas de identidad sin respaldo de un certificado de nacimiento, que ha inflado también el Padrón Electoral con gente que se ha registrado hasta 37 veces y que no falta quienes quieran sacar el mayor provecho político de esta situación. Es probable que, además, pueda gestarse un fraude. Pero el error del OEP puede hacer que una buena cantidad de mujeres casadas, que creen que están bien registradas porque al hacerlo cumplieron con los requisitos, se den de narices, el día de las elecciones, con que están inhabilitadas y pierdan su derecho a sufragar.