Los presidentes de Argentina y de Bolivia, Cristina Fernández y Evo Morales, se reúnen en la ciudad de Sucre para dar viabilidad a un acuerdo de compra venta de gas que se prolongará al menos hasta el año 2026.
Los presidentes de Argentina y de Bolivia, Cristina Kirchner y Evo Morales, respectivamente (ABI)
Sucre, BOLIVIA 26 mar (ABI).- Los presidentes de Argentina y de Bolivia, Cristina Fernández de Kirchner y Evo Morales Ayma, respectivamente, se reúnen este viernes en la ciudad de Sucre para dar viabilidad a un acuerdo de compra venta de gas que se prolongará al menos hasta el año 2026.
Fernández de Kirchner llegó a Sucre, a unos 756 kilómetros al sud de La Paz, al promediar el mediodía Bolivia para estar presente junto a Morales de la firma que actualizará los volúmenes de venta de gas boliviano a Argentina por 16 años más.
El acuerdo incorpora un incremento gradual en la exportación del gas boliviano a Argentina hasta 13 millones de metros cúbicos en 2013 y 27 en 2017. En la actualidad Bolivia exporta al país rioplatense unos 7,7 millones de metros cúbicos diariamente.
De acuerdo con los informes, el precio que Argentina pagará por el gas boliviano se calculará según la evolución semestral de una canasta de combustibles a nivel internacional.
El encuentro Presidencial boliviano-argentino permitirá, además, dar marcha al proyecto de construcción del nuevo gasoducto Juana Azurduy de Padilla, de casi 50 kilómetros de extensión, 20 de los cuales unirán los campos de producción bolivianos hasta la frontera con Argentina, y desde allí otros 30 kilómetros hasta el sistema de ductos en Salta.
El gasoducto tendrá un diámetro de 36 pulgadas en los 20 kilómetros en Bolivia y de 30 pulgadas a su entrada en Argentina.
Se estima que las obras de este gasoducto estarán concluidas a mediados de 2011 y serán financiadas por las empresas estatales de hidrocarburos de las dos naciones y demandarán un desembolso de aproximadamente 100 millones de dólares.
El nuevo ducto se conectará a futuro con el proyectado Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA) que transportará gas boliviano a diferentes provincias del noreste argentino.
La mandataria argentina participó en Sucre, capital Constitucional de Bolivia, de una sesión de honor en la Asamblea Legislativa de Bolivia, donde ascendieron por Decreto al grado de generala a la heroína de la independencia, Juana Azurduy.
En la Sala Libertad, se constituyó la sesión de honor bajo la dirección del vicepresidente Álvaro García Linera, quien es además presidente de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
En el acto, el Vicepresidente emitió un discurso en el que resaltó la heroica labor de Juan Azurduy de Padilla, quien luchó por la independencia de los dos países.
El presidente Morales entregó a su homóloga argentina una condecoración de la orden nacional del Cóndor de los Andes, en el grado de "Gran Collar".
Una vez finalizado el acto de homenaje, los restos de Azurduy fueron llevados a su ubicación habitual en el Salón de los Guerrilleros.
Posteriormente, los dos Presidentes se trasladaron al Poligimnasio de la ciudad de Sucre para presenciar la firma de los acuerdos por el gas a cargo de los principales responsables de la Empresa de Engería Argentina Sociedad Anónima (ENARSA) y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Los convenios tienen entre sus objetivos la construcción del gasoducto que refrendará el ministro de Planificación Julio De Vido y su par de Hidrocarburos y Energía boliviano, Fernando Vincenti; y una adenda al contrato de venta de gas de Bolivia a Argentina 2010-202 que será firmada por el presidente de YPFB, Carlos Villegas y el titular de ENARSA, Exequiel Espinosa.
Bolivia y Argentina tienen suscrito acuerdos de compra venta de gas desde 1975 que han sido renovados y mejorados en forma permanente.
En la actualidad Bolivia exporta a Argentina un promedio de 7,7 millones de metros cúbicos diariamente y prevé incrementar en forma gradual hasta llegar a los 27,7 millones. El acuerdo a suscribirse este viernes tiene ese objetivo.
Además de exportar gas a Argentina, Bolivia vende gas a Brasil en el marco de un contrato que establece la entrega diaria de 30 millones de metros cúbicos diarios para abastecer el consumo doméstico e industrial de ese país.