Chile albergará el telescopio óptico e infrarrojo más grande del mundo, tras la decisión adoptada por el Consejo del Observatorio Astronómico Europeo Austral (ESO), que invertirá más de 1.000 millones de dólares para construirlo en el Desierto de Atacama. El lugar elegido es el cerro Armazones y el inicio de operaciones del telescopio, según la planificación, está programado para 2018, aunque todavía debe definirse el financiamiento. Este moderno telescopio, denominado E-ELT, estará dotado de un espejo primario de 42 metros de diámetro formado por 906 segmentos hexagonales, el más grande del mundo, lo cual posibilitará importantes avances en el conocimiento astronómico. La decisión sobre la ubicación del E-ELT fue adoptada por los delegados de los 14 países miembros de ESO y está basada en una exhaustiva investigación meteorológica comparativa que ha durado varios años.
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