Cautelar. Deben ser puestos ante un juez hoy. Los generales Gary Prado Salmón y Lucio Áñez, además del gerente de la CRE, Carmelo Paz, fueron dejados en libertad irrestricta luego de presentar sus declaraciones
Aprehensión. Ronald Castedo sale de una de las oficinas de la Felcc. Sus familiares le llevaron colchas para la noche
Pablo Ortiz, El Deber
Proceso. Ronald ‘Chichi’ Castedo será puesto ante un juez cautelar hoy junto al médico José Luis Santistevan. Se los acusa de haber estado vinculados con el supuesto terrorista abatido en abril de 2009
Estaba cantado: Alguna de las tres personas que iban a declarar por la tarde quedaría en la Felcc. Y así fue. El fiscal paceño Marcelo Soza decidió detener a Ronald Castedo, ex presidente de Cotas, y a José Luis Santistevan, jefe departamental de Falange Socialista Boliviana, por supuestos vínculos con Eduardo Rózsa. Ambos serán puestos hoy por la tarde ante un juez cautelar, que podría ser la paceña Betty Yañíquez, que se trasladaría a Santa Cruz para no generar otro conflicto de competencia jurisdiccional.
Todo comenzó por la mañana con la declaración del general Gary Prado Salmón. Considerado por Soza como ‘asesor’ de Rózsa, el hombre que derrotó a la guerrilla del Che fue interrogado por casi tres horas en las que le preguntaron sobre su encuentro con Rózsa (nunca ocultó que fue entrevistado por él para la revista Kaapu) y sobre los planes del supuesto terrorista para tenerlo bajo su mando. Prado dijo que no es coherente que un general de la República como él se ponga bajo el mando de un mercenario. También negó que sea autor de unos supuestos documentos hallados en la computadora de Rózsa y que se esté relacionado con una veintena de investigados. Lo dejaron en libertad irrestricta y fue el único declarante que hizo conocer todo su interrogatorio.
Luego fue el turno del general Lucio Áñez, que declaró por menos de una hora. Al igual que Prado salió libre, pero no habló con los medios al abandonar la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen.
Al comenzar la tarde, los rumores se dispararon. “Va a detener a alguien”, dijeron desde el interior de la Felcc y como signo de que no estaban lejos de la verdad, el portón verde de la institución se cerró, previa retada a las periodistas del director de la institución policial.
El primero en ingresar por la tarde fue el gerente de la CRE, Carmelo Paz, que declaró durante tres horas. La base del interrogatorio fue una nota de prensa publicada en un medio local en la cual se reproducía una supuesta declaración de Lorgio Balcázar que lo incriminaba. Paz mostró documentos que acreditan que le está siguiendo un juicio al medio, a su director y a su propietario por dicha publicación. Fue dejado en libertad.
A las 15:00 llegó Castedo y media hora después arribó Santistevan. Ambos se mostraron optimistas al ingresar y aseguraron no tener nada que ver en los hechos de supuesto terrorismo en Santa Cruz. A las 22:30 quedó confirmada la detención para ser puestos ante un juez cautelar.
Castedo salió al patio de la Felcc, abrazó, como consolando, a un familiar y mostrando buen ánimo volvió a ingresar a las oficinas donde era interrogado. Visiblemente más afectada, la hermana de Santistevan salió de las dependencias policiales al borde del llanto, sin poder explicar por qué detenían al médico falangista. Eso terminó de dispersar a una veintena de militantes de dicho partido que abandonaron el lugar con promesas de movilizaciones por la liberación de su jefe.
Poco más tarde, José Hoffmann, abogado de Castedo, salió para atender a la prensa. Señaló que luego de horas de interrogatorio Soza no logró demostrar ningún nexo entre el ex presidente de Cotas y Rózsa, pero que ejerció su derecho a detenerlo durante 24 horas para presentarlo ante un juez cautelar, que no sabe quién es. Un minuto más tarde, Soza salió a bordo de una vagoneta sin placas, con vidrios negros y sin hacer declaraciones.
La audiencia de medidas cautelares debe celebrarse hoy. Ambos detenidos han demostrado que sufren de problemas coronarios, por lo que no pueden ser llevados a La Paz.
En detalle
– Expectativa. Todos los canales colgaron sus unidades móviles en las puertas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen desde los programas mañaneros hasta los de trasnoche. Fueron más de 14 horas de atención constante.
– Calladitos. Unos 20 falangistas, la mayoría entrados en años, se hicieron presente para apoyar a su líder. Cuando uno de ellos hizo estallar un par de cohetes de tres tiros, el ayudante de Soza salió de la Felcc y amenazó con detener al falangista. Desde ese momento, los ánimos se calmaron y sólo se escuchaban de vez en cuando alguna arenga clásica de la FSB: “Cuando se quiere vencer se vence. Mientras más perseguidos, más fuertes”.
– Recorrido. A media tarde se conoció la llegada de un grupo de élite de La Paz, acompañado de abogados del Ministerio de Gobierno. Hay el rumor de que comenzarán a hacer operativos hoy por la mañana.
– ¿Refuerzo? También llegó de la sede de Gobierno una mujer que se presentó como la fiscal adscrita al caso Rózsa. De ser cierto, se trata de la fiscal Patricia Santos, que el martes acusó a Soza de no compartir el cuadernillo de investigaciones con ella y con el otro abogado, Prudencio Flores. Pese a que estuvo en Santa Cruz, no participó de la toma de declaraciones y permaneció menos de media hora en la Felcc.