Las elecciones perdidas de Hugo Chávez

Chavez_PPP Hugo Chávez parece ser un rey Midas, pero no para convertir en oro deslumbrante a quienes apoya, sino para quemarlos. Cuatro botones de muestra: Andrés Manuel López Obrador, en México; Ollanta Humala, en Perú; Manuel Zelaya, en Honduras; y ahora Antanas Mockus, en Colombia.

En el caso más reciente, muchos han atribuido a las encuestas el haber fallado al establecer empate técnico entre Mockus y Juan Manuel Santos en las vísperas de la elección, en la cual finalmente Santos apabulló a Mockus por el doble de votos. Otros, como el escritor y periodista cubano Carlos Alberto Montaner están convencidos de que la caída del candidato verde, quien para muchos ya era el virtual presidente de Colombia, estuvo marcada por sus declaraciones de que admira a Hugo Chávez y que éste atacara con fiereza a Santos. En síntesis, Mockus quedó como el candidato de Chávez ante los colombianos.

"Chávez hará todo lo que esté a su alcance para evitar que Juan Manuel Santos gane la presidencia y prolongue la exitosa estrategia de ‘seguridad democrática’ que Uribe puso en marcha contra las narcoguerrillas comunistas. Su candidato es Mockus. No porque éste suscriba sus ideas, sino para que pierda Santos", expuso Montaner en una entrevista en www.unoamérica.org.



Para Montaner está claro que "Chávez está interviniendo en los asuntos internos de Colombia y lo seguirá haciendo después de las elecciones". De allí puede provenir la definición de los colombianos.

Algo similar pasó en Honduras cuando Manuel Zelaya fue destituido, en julio de 2009, por empeñarse en una consulta sobre su eventual permanencia en el poder, apoyado por el gobernante sudamericano.

Pese a las maniobras de Zelaya por volver al poder y boicotear las elecciones de noviembre, Porfirio Lobo fue electo presidente, pero el destituido mandatario, desde el exterior "está jugando a la desestabilización del país con la ayuda de Chávez", según explica Montaner.

Para Alejandro Peña Esclusa, opositor venezolano al régimen de Chávez, Honduras fue otro claro experimento de "ingeniería de la desinformación" del chavismo, que logró convertir a Zelaya en "víctima" de un golpe de Estado, pese a ser él mismo quien provocó la crisis, al querer violar la Constitución, por órdenes de Chávez. Contra los hondureños se abalanzaron no sólo los medios afines, sino las organizaciones multilaterales controladas por el Foro de Sao Paulo, como el Alba, Unasur y la OEA.

En cuanto a Colombia, Peña Esclusa explica que la derrota de Mockus "evidenció una sofisticada maniobra propagandística, para tratar de encubrir la realidad y manipular el voto de los colombianos".

De hecho, Peña Esclusa recordó que una semana antes de las elecciones se desató una campaña internacional en contra del presidente Uribe y del candidato Santos, vinculándolos a grupos paramilitares.

"La operación se basó en el falso testimonio de un delincuente colombiano, publicado en Argentina por el diario Página 12 —dirigido por el ex montonero Horacio Verbitsky— y retransmitido por el canal chavista Telesur", agregó.

Pero, a juicio de Pedro Valverde, quien escribe en El Universo de Guayaquil, Ecuador, "el solo comentario conciliador y generoso de Mockus respecto de Chávez, causó terror en los electores colombianos quienes en su gran mayoría han visto con satisfacción y alivio, a la vez, cómo la mano dura y firme de Uribe, poco a poco, les ha devuelto la paz en sus ciudades, en sus barrios y en sus hogares".

Todos saben que el interés de Chávez siempre ha sido llevar a su órbita a toda Latinoamérica, pero ahora tiene más urgencia, porque, a juicio de Montaner, "el circuito de países del llamado Socialismo del Siglo XXI es muy frágil y ha creado una cadena de interdependencia que los hace más débiles".

"Chávez es el peor gobernante que ha conocido Venezuela, pese al río de petrodólares que le ha entrado al país. Han tratado de forjar una especie de ‘minicampo socialista’ para enfrentar colegiadamente a sus supuestos enemigos, especialmente a los yanquis, pero eso los hace más vulnerables. Por ejemplo, lo probable es que si Chávez sale del poder, por el medio que sea, el gobierno de Raúl Castro entra en crisis. Y viceversa. Por una vez, en la unión está la debilidad", explica el escritor.

Pero tal parece que Chávez no entendió que el candidato que reciba su apoyo saboreará las amargas experiencias de López Obrador en México y Humala en Perú, quienes fueron comparados o recibieron abiertamente su bendición.

En 2006, López Obrador estaba cerca de ser el mandatario de los mexicanos, así lo reflejaban las encuestas que lo ponían arriba de Felipe Calderón, actual presidente, pero la sola comparación con Chávez y su afinidad al Foro de Sao Paulo, echaron por la borda toda aspiración.

Ese mismo año, en Perú, Ollanta Humala sufrió el exceso de apoyo del líder chavista, quien no sólo respaldó abiertamente al líder izquierdista, sino también atacó e insultó al ahora presidente Alan García.

El Salvador.com