El ex diputado nacional, Walter Arrázola, consideró que la oposición fue “cómplice del fracaso del proceso autonómico” al haber ingresado en el juego de la discusión de forma y contenido de la Ley Marco de Autonomía en lugar de rechazarla enfáticamente al no representar los intereses latentes de la región en los sendos cabildos y los estatutos autonómicos aprobados en mayo de 2008.
“No hubo pacto social”, lamentó a tiempo de explicar que la oposición tuvo que asumir el papel de simple espectador frente a una Constitución a la que calificó de racista, al considerar sólo 36 etnias o naciones, y no tomar en cuenta a otras comunidades como las migrantes o del oriente boliviano.
La pregonada falta de liderazgo en Santa Cruz, para el ex diputado sería responsabilidad de ciertos grupos empresariales y políticos que se empeñaron en mantenerse en el poder. “Los grupos de poder económico utilizan el poder de las logias que no tienen un poder real, sino político”.
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