Aurora Saavedra y sus hijos Vania (12), Diego (17) y Michel (20), quedaron en la calle. El fuego consumió ayer por la mañana por completo su vivienda, ubicada en el barrio El Retoño, zona este de la ciudad. “Fui al almacén de la esquina para comprar algo para el desayuno. No tardé más de media hora, al regresar el fuego ya era incontrolable”, contó Aurora, que tenía las manos y los pies manchados con las cenizas de lo que fue su vivienda, patrimonio que logró obtener vendiendo grosella y bíter en algunos locales de nuestra capital. La mujer, abrazada por Vania, su hija mejor, conversaba con los medios de comunicación que llegaron hasta el lugar, mientras miraba incrédula todavía a lo que se redujo su casa. Todo se quemó, no se pudo salvar nada. La cama de metal en la que dormía la menor de la familia parecía un pedazo de fierros retorcidos y los tres ambientes en los que se dividía la vivienda, construida con tablones, venesta y calamina, ahora sólo son desperdicios quemados.
Según la mujer, el fuego, que presumen fue causado por un cortocircuito en la instalación de un foco, acabó con dos cómodas llenas de ropa, dos televisiores, un equipo de música, dos camas, un estante y los utensilios de cocina. “A ellos sólo les quedó la ropa puesta”, decía Dalcy Pedraza Saucedo, vecina de Aurora y que junto a otras personas lograron apagar las llamas, que en cuestión de minutos quemaron todo. Rosa Sánchez, mamá de la damnificada, dijo que buscando rescatar algo encontraron en el bolsillo del pantalón de su nieto Michel, Bs 100 que no fueron alcanzados por las llamas, como pasó con todos los documentos que había en el inmueble. Ahora Aurora volverá a empezar y sus vecinos dijeron que la ayudarán, para que no se quede en la calle.
Fuente: Unitel.
[vid url=http://cd1.eju.tv/videos4/E1101100705.mp4] 