Daniel A. Pasquier Rivero
Al gobierno no le está saliendo una, y los bolivianos pagamos el pato. Al ya virtual presidente del Perú le han advertido que tiene en lista de espera más de doscientos conflictos sociales, no todo habían sido mieles en la herencia, aparte del pleito con Chile derivado a tribunales de justicia internacional. Que le sirva de consuelo, a veces ayuda, esa cifra es superada con amplitud en el vecino Estado experimental Plurinacional (EP). Para alegría de Boaventura de Sousa Santos, autor confeso del Estado neocolonial plurinacional, su gran invento salió tan prolífico en la generación de conflictos, al extremo de tener a los gobernantes sin resuello y, peor a los gobernados.
Se creó con bombo y platillo la nueva unidad de control y promoción del desarrollo en fronteras, pero no da la impresión de haber sido efectiva. Lo más sonado, la intervención en la explotación rústica del oro en la Chiquitania, dejando sin trabajo a los pobladores del lugar y sin alternativa laboral inmediata, como manda el estómago, que no tiene exigencias trimestres ni anuales: adultos y menores tratan de comer algo todos los días. Algo similar ha trascendido del plan en los bosques pandinos; nada menos que los “colonizadores” del gobierno descolonizador, recién llegados a tierra desconocida, ven agravada su sobrevivencia.
Al otro extremo el “racing de chutos” en el Salar de Uyuni. Ante la expectativa, la ambición desatada por la “retro-ley”, da pie a lo que otra prohibía, y con yapa. Maravillosa ingeniería jurídica promovida por dos destacados senadores padres de la patria. La mentirosa cifra del discurso original, legalizar 10.000 movilidades (léase, entre ellos, robados y otros, trueque por cocaína), en el Chapare dicen nadie tiene placa, ha saltado a 120-150.000 unidades. Trámites y coimas mediante, ¿en 15 días? “Never say never”, pero a ojo de buen cubero, imposible. Y no hay policía, ni Aduana, adiós COA, y Diprove medio abierto medio cerrado. O sea, miles de coches ilegales a circular sin pagar impuestos, contaminando (pobre pacha-mama), exigiendo combustible subvencionado, y dando trabajo día y noche a la industria de borrar numeraciones, vender placas falsas o clonadas, transformar papeles de heladeras en flamantes pólizas de importación y, para el cierre, viñetas de SOAT a color y gusto del cliente; “la medida social” genera empleo, el milagro, suplantando a la economía formal de un plumazo.
Las toneladas de cocaína interceptadas en frontera, es el otro milagro. No son gramos, ni kilos camuflados en virgencitas, o a espaldas de los sacrificados descendientes del noble chasqui, ni maletas doble fondo. No se trata de hojas de coca para el acullico de los hermanos allende las fronteras. Son cantidades que requieren potentes motorizados, lanchas, remolcadores, avionetas y hasta enormes contenedores, donde la droga va entre el zinc, el arroz o cualquier producto imaginable. Lo que no quiere o no puede hacer el EP los harán los vecinos: control aéreo en Brasil, Paraguay, Argentina y, Chile, un moderno sistema “laser” en frontera. El daño a los adictos a la cocaína es grave, además de otros colaterales, a pesar de los ungüentos que tratan de ponerle unos cuantos “que dicen” ser globalizados y que la ONU se ha ocupado de desmentirlos.
Es duro, pero, la octava maravilla del mundo no lo había sido tanto para los de afuera. Tras la caída del narco general en Panamá, nada menos que el encargado de confianza, y pasadas unas horas de incertidumbre, varios policías de alto rango fueron detenidos en territorio nacional. En EEUU la imputación formal se ha postergado del 23 de mayo al 16 de junio. Entonces, coincidencia o no, Evo Morales asume con coraje renovado una posición fuerte frente a Chile reclamando la salida soberana al Pacífico. ¿Una burla los cinco años de charlas? Este 23 de marzo 2011 ha sido distinto. Se apela al consejo de ex presidentes; se amenaza con llevar el tema a un tribunal internacional. Pero la estrategia es compleja; se requiere más análisis y más calma; una opción cierra otra, todas tienen pro y contras. Este 7 de junio se buscó ratificar la resolución de la OEA de 1979, pero no hubo apoyo y al final, sin los pronunciamientos favorables suficientes, todo quedó en una buena exposición de motivos del Canciller ante la Asamblea General.
Una vez más la contradicción entre el discurso y las acciones. ¿Se cruzó el tema del ministro iraní Ahmad Vahidi en el camino? La historia lo dirá. El invitado de honor en la inauguración de la Escuela de ALBA en Santa Cruz puso en la mira mundial al país y al gobierno: un buscado por INTERPOL en la testera con el Presidente. El c.v. del General iraní es impresionante, pero lo que rebalsó el vaso es la denuncia de la justicia argentina en relación al atentado en AMIA (centro israelí en Buenos Aires 1994) donde murieron 85 personas, entre ellas seis bolivianos, y más de 300 heridos.
Paradojas del EP, David contra Goliat: 3-0, mala racha. Dos jóvenes diputados (J. Echeverría y L.F. Dorado) denuncian la presencia del iraní y “el árbol de la corrupción”, casos aparentemente no investigados por la Ministra de Transparencia y de lucha contra la corrupción. Respuesta inmediata: denunciados y citados ante un fiscal, por “desacato” y “sedición”. “Si los parlamentarios no podemos fiscalizar, que cierren el congreso (ALP)” dice la diputada, y muestra su carné impreso con el Art. 151 de la CPE. Salieron libres, por ahora. Y el tercero también salió libre, el Alcalde de La Guardia, con medidas sustitutivas; llegó a estar detrás de rejas por denuncias “ridículas”, dijo Mons. N. Castellanos, quien calificó de “atropello” lo que sucedía a una autoridad reconocida dentro y fuera del país por conducir una administración edil “modelo”. ¿Resistencia, o empieza el hartazgo de la chapuza, las metidas de pata, la impunidad, la corrupción y el atropello? Se renueva la esperanza en la administración de justicia, aunque todavía la ciudadanía dormita.