Carnavalito

Nino Gandarilla Guardia

NINO_thumb_thumb El “Entierro del Carnaval” seguramente es tan antiguo como la fiesta cruceña. Concluye con las once noches el domingo siguiente. Lo curioso es que tanto los bailes de máscaras como “Carnavalito” continúan y se realizan después del miércoles de ceniza.

En algunas regiones de Argentina se entierra el Carnaval el mismo domingo como "Carnaval Chico" y en Oruro se entierra también el "domingo de tentación". En el carnaval de Cádiz la fiesta se resume así: comienza con "el momento del pregón y se elige a la diosa del Carnaval. El domingo, el turno de la cabalgata; el martes, la quema del dios Momo y el siguiente domingo, de Cuaresma, cuando se celebra el Carnaval Chiquito". Con este resumen el lector amable ya puede asociar, lo que corresponda, con lo que hacemos acá.



En 1913 llegó a la ciudad el viajero Fawcet y dejó un dato curioso: Fue una total diversión para aquellos que se entregaron al libertinaje de esos días, pero nosotros nos alegramos cuando terminó y se enterró solemnemente en el cementerio al rey del carnaval".

Don Róger Mercado nos contaba que en Santa Cruz de antaño el entierro del carnaval se realizaba como en los tres días de calle pero sin disfraz, sin jugar y con la banda tocando el "ah mamay, ah tatay, hasta el año carnaval". Alguien se hacía el muerto, los demás lo lloraban y ese era el entierro del carnaval. No se bebía, era más un acto social y cada comparsa tenía un sitio de reunión.

En 1945, en Carnavalito, el 18 de febrero, también se usa disfraz. 1959, ya se menciona la palabra “Carnavalito” en la ordenanza. 1973, aparece como “Entierro” del Carnaval y en la fecha “circularán” las comparsas por las calles, al igual que en 1976.

En la segunda mitad del siglo pasado cambió un poco. Las comparsas se reúnen a compartir un churrasco con sus respectivas casacas, con bebidas y banda. Al final de la tarde se dirigen a la Plaza principal o algún otro lugar de su elección y entierran un muñeco, acompañados de una marcha fúnebre o el taquirari “ah mamai ah tatai, hasta al año carnaval”. Las comparsas de jóvenes han perdido esta tradición pero levantan en hombros a algún voluntario (ebrio) que se pone tieso. La diferencia es que ya no se respetan los primeros días de cuaresma, en el aspecto de abstinencia; solo se moderan un poco, como "desacelerando".

El "ah mamay" es un taquirari compuesto sobre la base de unas coplas vallegrandinas que entre otras cosas dicen:

“¡Ah, mamay! ¡Ah, tatay!

Hasta el año, Carnaval.

La sortija que me diste

fue de vidrio y se rompió.

El amor que me tuviste

fue muy poco y se acabó.

“¡Ah, mamay! ¡Ah, tatay!

Hasta el año, Carnaval".

En el Estatuto de la ACCC aprobado en 1993, se establece que la organización del Entierro del Carnaval estará a cargo de la Comparsa Coronadora en coordinación con el Directorio de la Asociación. "El acto central se deberá realizar de acuerdo a las tradiciones del carnaval cruceño, el primer domingo después de carnaval. Las comparsas podrán realizar sus propios ‘entierros’ del carnaval en los lugares que mejor convenga a sus grupos". En la reforma del 2004 se mantuvo el texto.

En 1998, como antes, aparece en el calendario de actividades oficiales del Carnaval cruceño y se lo celebra con mucha emoción. Las ordenanzas del nuevo milenio también lo mencionan: "de acuerdo a programa oficial se señala como último día de las fiestas carnestolendas el domingo de carnavalito".

Alcides Parejas en 1999 decía: "Se trata de una supervivencia del carnaval hispano. El primer domingo de cuaresma tiene lugar el entierro del carnaval. Se lo hace con grandes muestras de dolor y mucha alharaca (…) y es una actividad que tiende a desaparecer."

No se ha perdido. En todos los pueblos y en los barrios se lo celebra. Las comparsas del centro de la ciudad simplemente salen a las quintas o se reúnen en churrascos. El entierro tradicional se lo puede apreciar en las zonas alejadas y en las cabañas del río Piraí, con tamborita y todo.

La ordenanza 2011, en su parte reglamentaria, lo reconoce entre los actos oficiales, sin embargo fueron las comparsas y los barrios los que por su cuenta realizaron, como hace siglos, el Entierro del Carnaval en diferentes lugares.