Las primarias del 2014

Guillermo Capobianco Ribera

CAPOBIANCO OK La dispersión de fuerzas en política es fatal: se pierde siempre.

Por eso es que, quien quiera que esté en el ejercicio del poder y la autoridad intenta sostener la unidad entre sus filas y patrocinar la dispersión y desunión de sus contrarios.



Es doctrina universal.

“La unión hace la fuerza”, “divide y reinarás”.

Así lo comprendió la llamada oposición en Venezuela que, mediante “primarias”, tiene ya su candidato a la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela “en pleno proceso Revolucionario”.

Es la única manera de ganarle al Presidente, dicen los líderes de una oposición de tendencia democrática – conservadora, que ha celebrado el triunfo del domingo luego de una masiva participación ciudadana cercana a los tres millones de votantes.

La experiencia del domingo puede sentar un precedente para futuros procesos en el Continente; la oposición en el país caribeño se incorporó a la “institucionalidad” acogiéndose a la normativa, control y fiscalización del Consejo Nacional Electoral de Venezuela.

Falta saber si las primarias fueron transparentes o no para concluir que el Consejo electoral es un árbitro neutral para presidir la expresión más nítida de todo proceso democrático que es el voto ciudadano, origen primigenio de los poderes públicos.

Bien por el Gobierno del Presidente Hugo Chávez que tal vez se despoje así del estigma de ser una “dictadura”, en términos clásicos, de copamiento de todos los poderes concentrados eso si, en un solo personaje practicante de un populismo y culto personal exacerbado.

En tratándose de nuestro “sistema político”, especie de “satélite ideológico” de Venezuela y del populismo chavista, valdría la pena que se tome en cuenta este “avance” o “ajuste” del sistema caribeño y partir desde ahora con la premisa de que aquí también se realizarán “primarias” para elegir a un solo candidato que pueda oponerse y transformarse en opción al populismo evista y a su líder histórico.

Aún falta mucho camino por recorrer.

La rearticulación de los partidos tradicionales y de los emergentes, la formulación doctrinaria e ideológica del “modelo” nacional de desarrollo productivo y autonómico del oriente boliviano, que incorpore con sentido patriótico lo mejor de la gestión social y de transformación de este gobierno, para garantizar la continuidad del proceso de construcción nacional.

Ya vemos que la Europa de los 27 está viviendo, justamente ahora, el final del “sueño del bienestar” y soportando “paquetazos neoliberales “impuestos por la fuerza bajo los dictámenes del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Central Europeo y la complicidad de los gobiernos conservadores.

Al parecer la ley universal del equilibrio entre producción y gasto superfluo, ha llevado a estos gobiernos europeos a la actual situación de rebeldía de los jóvenes y de las sociedades “indignadas” del viejo continente.

Cada país debiera diseñar su propio proceso tomando los ejemplos como el de la Venezuela “Revolucionaria” y la Europa de los “indignados”.