¿Acullico?

Julio Aliaga LairanaEl Presidente del Estado Plurinacional y también algo boliviano ha decidido no visitar La Haya en Holanda y no enterarse (a ver si se entera de algo y lo hace notar) personalmente cómo los países se hacen juicios los unos a los otros, a ver si aplicamos nosotros con lo del improvisado plan para recuperar o retornar al mar, demandas de por medio, ahora que contamos con un valiente e indomable cacique aymara al mando de la nave terrestre del Estado. Evo ha decidido viajar por algo mucho más importante para los bolivianos (como él nos ve), a Viena, que queda en Austria y es la capital; llegará acompañado de dirigentes campesinos cocaleros, vestidos como en el lugar y ojalá que no masticando coca, para promocionar las bondades del acullico, que dícese así de una práctica milenaria que practican algunos grupos de indios aborígenes de los Andes centrales en América del Sur, cuando mastican hojas de erythroxylum-coca, para saciar el hambre y la sed y poder trabajar a esas alturas de 3.000 metros y más, sobre el nivel del mar. Cabe saber que cada vez son menos los que practican este ritual, ya que en esa zona se han desarrollado costumbres nuevas y más bien urbanas, mejorándose la calidad de la comida, el acceso al deporte, la salud en general.El problema está en que esta hoja (sagrada para algunos aborígenes de esas zonas) contiene un alcaloide que es base para la fabricación de una droga cuyo tráfico y comercialización están prohibidos por una Convención Internacional que cuida a los seres humanos de su consumo indebido. Ni la coca ni la cocaína pueden ser exportadas, vendidas, promocionadas ni consumidas a nivel internacional. Pero el Presidente boliviano sufre la presión de las leyes de su país, que ha constitucionalizado los hábitos de uso y consumo del arbusto. Y Evo Morales va a explicarlo en Viena, o por lo menos esa parece ser la intención.Pero lo que le van a preguntar a este famoso Presidente sudamericano es por qué su país ha abandonado la Convención de 1961 que une las voluntades de todos los países y naciones para luchar contra el tráfico de drogas. ¿Por qué Bolivia está fuera de los compromisos contra la cocaína? Otros le van a preguntar a qué se debe que durante su gestión hayan crecido de manera desorbitada y sin control, las plantaciones del famoso arbusto. Y puede que alguno se anime y le espete de frente esto que ya se sabe en todos los corrillos, que el singular, simpático y folclórico Gobierno boliviano se ha convertido en un problema para todos los demás en el mundo, porque sin serlo, desde lejos parece a veces un Gobierno de narcotraficantes y eso es demasiado para soportar sin al menos denunciarlo en algún lugar, y qué mejor que Viena.O sea que de acullico, nada, o por lo menos muy poco.La Prensa – La Paz