La mano larga del poder

Debemos empezar esta columna negando rotundamente que el alcalde de Santa Cruz le haya tocado las posaderas a las ex presidenta del Concejo Municipal cruceño, porque lo cierto es que se las tocó a todo el país.Si la mano larga del poder, en este caso de Percy Fernández, se entretuvo en la humanidad de su principal aliada ante los medios y un numeroso público, es algo más que asunto para humoradas: se trata de un poderoso síntoma de la degradación de la calidad de la democracia y de su clase política en los últimos tiempos.El burgomaestre cruceño compite en este campo nada menos que con el presidente Evo Morales, quien hace muy poco «deleitó» a toda Bolivia con una serie de coplas misóginas que dieron la vuelta al mundo.Y es que, por más que las coordenadas ideológicas los sitúen a ambos en distintas latitudes del tablero partidario, en el fondo son la expresión de un mismo fenómeno: la política caudillista donde el «lídersango» municipal o nacional hace y deshace con total sensación de impunidad, ya que él y sólo él encarna la suma del poder en su esfera.De ahí el irrespeto radical hacia la ciudadanía, a la que solamente se concibe como rebaño manipulable mediante consignas.Gran parte de culpa tienen, por supuesto, los entornos genuflexos, de aquellos como los que veíamos en las imágenes de la «palmeada», riendo la ocurrencia del Alcalduli. A ellos también habrá que pasarles la factura.Ni manos largas ni coplas machistas. La cuestión será entre caudillismo y ciudadanía…[email protected]