El gobierno de Evo Morales ya tuvo su Ministra Tsunami y su Ministro Yuca, responsables de carteras de Estado que se inmortalizaron por disparates pronunciados en el ejercicio de sus funciones. Ahora, el régimen cocalero tiene también su Ministro Dinamita.
Hablamos del titular de Gobierno, Carlos Romero, quien desde ayer y durante buena parte del día de hoy se empeñó en negar que el comunario José Mamani hubiera muerto en Mallku Qhota a raíz de un disparo de la policía.
Según la versión difundida por Romero a los medios, no hubo tales disparos y Mamani falleció cuando manipulaba una dinamita.
Vano intento de ocultar la realidad o desinformar a la ciudadanía, ya que tanto la Defensoría del Pueblo como el testimonio de periodistas presentes en la zona confirman que el deceso del comunario se debió a un impacto de bala.
“Observamos que el cadáver tiene mucha sangre en la boca, la bala aparentemente ingresó por la parte posterior del cráneo y salió por el sector de la boca”, reportó Gilver Herrera, enviado de la red Erbol al lugar.
Para colmo de males, se trataría de un disparo por la espalda.
Igualmente, hay cuatro personas del mismo grupo con heridas provocadas por armas de fuego.
Lo cierto es que desde hace varias semanas atrás se veía venir el brote de violencia en Mallku Qhota, pero el gobierno, lejos de desactivarlo, prefirió abocarse a confrontar con los policías primero y con los indígenas después, en lugar de concentrarse en resolver esta crisis, que tiene más de un parecido con la de Huanuni en el año 2006.
¿Volverá el gobierno a ofrecer con sorna los cajones para los muertos?