Gobiernos de Bolivia y Brasil negocian enviar a Roger Pinto al Perú

Senador confinado debe ir al Perú

asilo_pinto El caso del senador boliviano Roger Pinto, que hoy completa un año de asilo en la embajada de Brasil en La Paz, puede tener un desenlace inusitado. Según lo que Valor Económico supo de fuentes del gobierno de Evo Morales, Brasil y Bolivia negocian enviarlo al Perú.

La propuesta, colocada en la mesa por el lado boliviano, sería una “salida honrosa” para Morales, quien se viene negando a conceder al senador un salvoconducto para que deje la representación diplomática brasilera sin ser apresado, dicen las fuentes bolivianas.



En esa lógica, sería más fácil para el presidente decir en su país que no “flaqueó” frente a Brasil si el senador tuviese Lima como destino. Pero no está decidido si el senador entraría al Perú en condición de asilado político.

El lado brasilero, también según las mismas fuentes, no se opone a la idea. Pero se preocupa con la posibilidad de que el senador sea posteriormente extraditado de Perú a Bolivia, en caso de que no llegue como asilado político. La posición peruana respecto al asunto no está clara.

El tema, que es tratado con absoluto sigilo por Itamaraty, volverá a ser discutido entre altos diplomáticos de los dos países en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se realizará entre el 4 y el 6 de junio en Guatemala.

Consultado por Valor, el Ministerio de Relaciones Exteriores afirmó: “A fin de permitir que las conversaciones con el lado boliviano continúen de la mejor manera posible, Itamaraty prefiere mantener reserva y no se pronunciará en este momento”. La embajada de Brasil en La Paz tampoco se pronunció.

Roger Pinto llegó el 28 de junio de 2012 a la embajada brasilera diciendo ser perseguido por Morales, después de denunciar al presidente boliviano los vínculos de altos miembros de su gobierno con el narcotráfico. Alegó haberse convertido en blanco de 22 procesos judiciales después de las denuncias y temía ser apresado en cualquier momento.

Días después, la presidenta Dilma Rousseff, orientada por documentación enviada por la embajada brasilera, decidió conceder asilo político al senador. Eso generó duras críticas de miembros del gobierno de Morales a los representantes de Brasil en su país. En especial, al embajador Marcel Biato, que llegó a ser llamado “portavoz de la oposición” por la ministra de comunicación, Amanda Dávila.

En una reunión en la ciudad de Cochabamba, el ministro de la presidencia boliviana, Juan Ramón Quintana, llegó a pedir al canciller brasilero, Antonio Patriota, la sustitución de Biato. Pero la repercusión negativa del caso en Brasil -junto con las presiones por la liberación de 12 hinchas del Corinthians presos en Bolivia- inviabilizó cualquier cambio. Políticos oficialistas y opositores en Brasil pasaron a vincular ambos casos, alegando que los hinchas, acusados de asesinar a un joven en un juego del Corinthians, están siendo usados por el gobierno boliviano como “moneda de cambio” por la cabeza del senador.

El nombramiento de un nuevo embajador tendría que pasar por el filtro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado. Pero el senador Ricardo Ferraço, quien preside la Comisión, ya dijo que ningún cambio será hecho antes de que las cuestiones pendientes sean resueltas.

Valor Económico – Brasil

Traducción: eju

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