USAID

Franklin E. Alcaraz Del C.*

franklin-alcaraz Se va USAID. ¿Y por qué? Porque “El Gobierno le pide a través de una nota oficial infórmenos cómo distribuyen los recursos económicos de cooperación en sus programas, no nos informan. Nos dan datos generales y porque se apoyan en sus leyes para privarnos del conocimiento y de la información de la cantidad de plata que usan en Bolivia, algo que viola la Constitución Política del Estado porque no puede haber ninguna agencia internacional, ninguna cooperación internacional que no transparente sus recursos”, y porque “nos hacen creer a los bolivianos que USAID es angelito, casi virginal”. Y además “que se han hecho investigaciones muy rigurosas a través de las cuales se muestra que el país del norte usa su cooperación para preservar sus intereses estratégicos fuera de sus fronteras y no precisamente para cooperar a la gente más pobre” (La Razón, 3 de mayo de 2013). ¿Harán lo mismo con la agencia de cooperación japonesa? ¿O de los países que ayudan a Bolivia?

Aquello de “cómo distribuyen los recursos económicos” no necesita ser comentado. Si alguien trae su platita para ayudar a los bolivianos, que la gaste como guste. Porque da trabajo a los connacionales que además pagan sus impuestos y de ayudar, ayudan. Y no es difícil saber en qué, para qué y con quién USAID gasta (o gastaba) sus recursos. Estados Unidos es un país muy demócrata y transparente. Las instituciones como USAID deben rendir cuentas de sus gastos de manera pública. Por eso, quien quiera saber y conocer cómo y con quién gasta sus recursos, solo debe entrar a internet a la página correspondiente y ¡oh milagro! Ahí están sus gastos detallados. No solo los de Bolivia, sino de todos los países donde todavía tiene oficinas (He buscado en internet cómo se gastan los recursos enviados por Venezuela a través de los famosos “cheques venezolanos” y no encontré nada).



Pero bueno. Tal vez una razón mejor hubiera sido decir “no me gusta esta institución porque es del imperio que no me gusta” (Las FFAA ejecutan el himno de la Internacional Socialista en un acto público, sin empacho alguno).

Con USAID se van muchos años de cooperación. Y es probable que ya no vuelvan. No porque se haya dispuesto así en la presente gestión. En realidad USAID ya estaba en proceso de reducción de sus actividades; de hecho, algunos países que antes tenían oficinas de USAID ya no las tienen hoy. Por eso y porque en el futuro tal vez nuestro país, ya no necesite de ayuda externa. Y si vamos a ser como Suiza en veinte años (ya van ¿siete? y no pasa nada) probablemente los multipluris den ayuda en lugar de recibir. Y en ese caso, hay que apoyar vender coca a los receptores de esa futura ayuda. Maquinaria, y equipos “made in multipluri” también; ni qué decir de personal y tecnología de la más alta calidad. Porque eso es lo que hacen los países que dan ayuda. Fomentan a sus propias industrias, sus recursos humanos, etc. lo que además no es censurable. Es lo que debe ser. El que no quiere aceptar ese tipo de ayuda, hace lo que hizo el actual régimen de gobierno. No lo acepta y listo. “Se acabó el mambo”, como dice mi compadre Choque.

Gracias a la subida de precios de nuestras materias primas, y al gas hoy disponible porque a su debido tiempo (en otro régimen de gobierno) se tomaron medidas adecuadas, los multipluris tienen recursos suficientes como para darse el lujo de rechazar “ayudas”. Pero está bien, mientras no pase lo que en Venezuela, donde ya no hay ni papel higiénico (Siempre hay periódicos, dice mi compadre). Cualquier semejanza con la vida real es pura coincidencia.

*Médico e investigador

El Día – Santa Cruz