Para el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, se trata de un encuentro “histórico” por su apertura al tratamiento de nuevas formas de combatir el flagelo de las drogas.
El acto de inauguración de la 43 Asamblea General de la OEA, ayer en Antigua (Guatemala). | Oas.org – Agencia.
Guatemala | EFE.- La 43 asamblea general de la Organización de Estados Americanos (OEA) fue instalada ayer en la ciudad colonial guatemalteca de Antigua, con el tema de las drogas y nuevas formas para su combate como tema central, impulsada por Washington para detener la violencia desatada por el narcotráfico en América.
A la cita anual asisten 26 cancilleres, tres vicecancilleres y cinco embajadores de 34 países miembros de la OEA, de los cuales sobresale una alta delegación de Estados Unidos, encabezada por el secretario de Estado, John Kerry.
El secretario general del organismo internacional, el chileno José Miguel Insulza, y el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, encabezaron el acto oficial de apertura.
Insulza dijo que la asamblea es “histórica” porque “inicia un debate” sobre las drogas “que antes no se podía realizar”, mientras que Pérez Molina promovió “un abordaje integral, equilibrado y multidisciplinario” del tema con base en el “pleno respeto a los derechos humanos”.
“El carácter histórico de esta Asamblea (…) acaba con un tabú de numerosas décadas”, dijo Insulza, al inaugurar el evento en una finca cafetalera, en las afueras de Antigua, 45 kilómetros al suroeste de Ciudad de Guatemala. El acto tuvo lugar al aire libre, pero tuvieron que colocarse toldos, ante la persistente lluvia.
“Hoy legitimamos ese debate, en forma transparente, con la convicción de que él puede abrir paso a acciones para reducir las tasas de criminalidad y violencia que azotan a muchos de nuestros países; y servir para reducir los profundos estragos a la salud que crea la adicción de estupefacientes, muy especialmente en nuestra juventud”, agregó.
El debate se basará en un informe hecho por la OEA, por mandato de la Cumbre de las Américas de 2012 de Cartagena (Colombia), la cual acogió la idea de Pérez Molina, de buscar alternativas a la guerra antidrogas.
“El problema es un desafío a nuestras políticas de salud pública, insuficientes para enfrentar el drama de la drogadicción, lo cual permite que aún se trate a las personas que sufren de esa adicción como delincuentes y no como enfermos objeto de atención especializada”, subrayó.
Cuestionamientos y pedidos de reformas a la CIDH
La 43 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) también tocaría la reforma de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a la que Venezuela y sus aliados (entre ellos Bolivia) acusan de supeditarse a intereses estadounidenses, y temas de actualidad del continente como la crisis política de Venezuela.
La directora para Centroamérica y México del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), Marcia Aguiluz, dijo que algunos países “quieren reabrir” el llamado proceso de fortalecimiento de la CIDH. “Que se dé por concluido” ese proceso y “si va a haber un diálogo” en la asamblea sobre la CIDH que “sea sobre otros temas”, dijo.
Por su parte, el director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, dijo a Efe que el tema de las reformas a la CIDH “culminó el 22 de marzo cuando la gran mayoría de los países miembros de la OEA aprobó una resolución”.
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