Gustavo Angelo-Zabaleta*
El inversionista Anthony Nekos, perteneciente a la compañía NikkoGroup (compañía privada), tiene la visión de implementar uno de los mejores Aeropuertos de Latinoamérica, y entre otros proyectos de impacto, todo ello parece ser un sueño; de ser así los tupiceños serían los más afortunados, pero a todo eso, ¿quién es el inversionista?.En Google, se encuentra una hipótesis interesante sobre: “Anatoli Nekos, el uso de alias de Anthony Nekos, que convenció a un inversionista para abrir una cuenta y recibe $ 40.000 para fines de inversión y $ 20.250 para los gastos de gestión. Nekos no hicieron operaciones en beneficio de los inversores, y se utilizan los fondos de los inversionistas para su propio beneficio personal, dijo Elizabeth Cottor, el abogado en el caso” (Bussines Journal).Hace un par de días a la cabeza de las principales autoridades de Tupiza, Dr. Orlando Cachambi, Alcalde municipal, Sr. Antonio Tejerina, Delegado provincial de la Gobernación, Lic. René Rosso, Presidente del Comité Cívico; con una participación de cerca de 400 personas, se llevó adelante el cabildo abierto, mismo que en primera instancia el Sr. Nekos a través de sus dos traductoras socializó el proyecto de construcción de un Aeropuerto Internacional “el mejor de Sudamérica” (Coopevision Tupiza).En dicho cabildo se determinó la aprobación de los megaproyectos, donde el señor Nekos señaló un dato que llamó la atención de la concurrencia, aseverando que invertirá “2 billones de dólares”, sorprendente cifra, ya que según el estudio Forbes, el hombre más rico del mundo en 2013 es Carlos Slim con una fortuna de 73.000 millones de dólares. Entonces esa aseveración, ¿qué tan cierta es? Al parecer la situación no es muy seria, y suena más al cuento del tío.Para dicha inversión multimillonaria, primeramente se debería coordinar con el Ministerio de Planificación, y posteriormente con el Ministerio de Economía, donde el Estado debería coordinar con el inversionista y de esa manera tener una certeza de cuan cierto y legal es la trayectoria de la compañía, pero no se hizo nada de eso, y se coordinó con las autoridades del municipio (rol poco importante para el megaproyecto mencionado).Por otra parte el señor Anthony Nekos pide 80.000 hectáreas para construir los megaproyectos señalados, ¡vaya extensión territorial! Pero analizando dicho solicitud de tierras, suena a un neocolonialismo agrario y un plan muy bien planificado al largo plazo.En conclusiones, se tiene mucho que analizar sobre dicha oferta realizada por un inversionista desconocido, empero se debe ir con calma y no soñar que estamos en el país de las maravillas, porque el despertar podría ser de los más vil y cruel; ya que en la década del 70 un «científico» de apellido Aramayo Valdez les tomo el pelo a las autoridades Tupiceñas haciéndose pasar por científico ganador de un Premio Internacional «Átomos para La Paz». Esperemos que ahora la suerte haya cambiado, o caso contrario lo lamentaremos.*Economista e investigador