La presunta intención del gobierno de aumentar el Impuesto a la Venta de Moneda Extranjera (IMVE) podría conducir a la eliminación de los operadores privados en el mercado cambiario, con los obvios peligros que conllevaría la concentración del cambio de divisas en manos estatales.De acuerdo a reiteradas versiones que circulan entre los propietarios de casas de cambio, el ministro de hacienda Luis Arce Catacora habría adelantado la posibilidad de duplicar el porcentaje del IMVE, lo que directamente obligaría al cierre de estas entidades, dejando las operaciones de compra-venta de dólares en el monopolio de la banca pública.De concretarse esto, estaríamos ante un paso tendiente al control de cambios, algo que pondría a Bolivia en línea con lo sucedido en otros países de la región que forman parte del mismo bloque político, como Venezuela y Argentina.La experiencia de estos países indica que, ante una escasez de dólares, los efectos del mercado cambiario controlado por el Estado son francamente catastróficos, registrándose intensas presiones devaluatorias sobre las monedas nacionales.Esperemos, por lo tanto, que no se haga efectiva la citada medida, que no sólo convertiría al IMVE en un impuesto confiscatorio sino que también introduciría un fuerte elemento de incertidumbre en el mercado cambiario boliviano… [email protected]