Un Oscar para Dilma

Dilma_RousseffEn un nuevo capítulo de la comedia diplomática montada por los gobiernos de Bolivia y Brasil, la presidenta Dilma Rousseff salió a los medios para manifestar una supuesta disconformidad con la manera en que el asilado senador boliviano, Roger Pinto, fue llevado hasta territorio brasileño.De esta manera parece completarse el plan trabajosamente negociado durante meses entre ambas administraciones, donde la responsabilidad por el operativo de salida recae sobre un chivo expiatorio (bastante entusiasta y ciertamente valiente, dado que nada aseguraba que el gobierno de Evo Morales cumpliera el trato) como es el encargado de negocios de la embajada de Brasil en La Paz, Eduardo Saboia.Así se satisfacen las exigencias de las dos partes: el régimen evista no cedió en la cuestión del salvoconducto y Planalto consiguió hacer respetar su decisión de asilo, sin ensuciarse las manos.Sin embargo, la comedia hace agua por los cuatro costados: la Folha de Sao Paulo publica que fue el mismo gobierno de Morales el que propuso desde tiempo atrás un “plan de fuga” a Itamaraty y el Ministerio de Justicia de Brasil, mientras que varios testigos en Corumbá afirman que efectivos bolivianos formaban parte de la escolta que llevó al senador hasta el otro lado de la frontera.Lo cierto es que la diplomacia del gas habrá tenido mucho que ver para que el gobierno de Bolivia decidiera “hacer la vista gorda” en la salida de Pinto.Como sea, lo importante es que el legislador perseguido está ahora a salvo y puede comenzar a liberar la verdad sobre sus denuncias.Mientras tanto, por su actuación de hoy ante las cámaras, habrá que pedir un Oscar para Dilma…[email protected]