Alejandro Brown I.*
En este mes de Septiembre, extraño no poder visitar el bello pueblo de Porongo; ansío entregarme de lleno a compartir en el hogar y el ejercicio habitual de mi profesión. Pero lo que más extraño, es la ausencia total del espíritu cruceño cuando hacíamos respetar la verde, blanco y verde; cuando fuimos al Cabildo del millón.
Añoro a mi Santa Cruz amada, y me desgarra que ahora esté acostumbrada al atropello de dictadores disfrazados de demócratas, que en el alma del cruceño ya no ruge el león indomable porque nos han asustado con meternos presos en las cárceles paceñas. Todo esto con el apoyo de la élite cruceña, que se acomodó al modelo indigenista; acomodaron sus intereses y privilegios que aún permanecen vigentes, sin embargo hay algo que apuntar y es que parte del área productiva regional ha sido golpeada, para dar paso a una nueva élite que viene del occidente y que ha logrado el cometido de tomar tierras del oriente, de igual forma, con la ayuda de actores regionales que históricamente tuvieron durante todos los regímenes privilegios.
Si se revisa el quehacer, el empresario del occidente no ha tenido muchos problemas con el actual gobierno, por ello el nuevo escenario está en recuperar la institucionalidad cruceña e impulsar nuevamente a la producción que fue capaz de promover la sustitución de la importación alimentaria, hoy los índices demuestran que Bolivia está importando mayor cantidad de alimentos, la cosa se ha invertido.
No olvidemos que somos descendientes de los Avas, que significa "Hombres Libres".
Por ello "Siempre libres cruceños seamos"…