Senador Róger Pinto confiesa que pensó terminar con su vida

El drama del senador boliviano Roger Pinto, opositor a Evo Morales, que 454 días estuvo encerrado en la embajada de Brasil en La Paz, sin que el gobierno le concediera el salvoconducto en su condición de asilado para salir del país.

Róger Pinto confiesa que pensó terminar con su vida

LA HISTORIA DETRÁS DE LA NOTICIA. El día en que salió de la embajada de Brasil se montó un plan que incluía distraer al Gobierno y dio resultado. Después de la alegría, sigue la incertidumbre.

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El senador boliviano recibió a EL DEBER en la casa donde vive provisionalmente, en Brasilia. Foto: Cecilia Dorado.

EL DEBER / BRASILIA

Contó con impaciencia cada uno de los 454 días que estuvo encerrado en la embajada de Brasil en La Paz. El senador Róger Pinto se acostumbró tanto al lugar que, al momento de partir, miró hacia atrás y cuando vio que dejaba su cuarto, su cama y su silla se le hizo un nudo en la garganta.

Luego miró las calles y el sol "diferentes", también pasó por Achocalla, en la zona sur de la ciudad, donde estaba el edificio en el que vivió y pidió que le permitieran bajarse un minuto para "despedirme de mi casa, no sé cuándo voy a volver". Cuando recuerda ese momento, a Pinto se le quiebra la voz y derrama lágrimas.

Con chaleco antibalas

Con chaleco antibalas, igual que las otras seis personas, entre ellas el encargado de negocios de la embajada, Eduardo Saboia, Pinto no necesitó ponerse en el maletero ni disfrazarse para salir en el vehículo oficial. Pero a 10 kilómetros de Puerto Suárez, el panel del motorizado empezó a advertir la falta de combustible. "No había donde cargar gasolina y si alguien bajaba levantaba sospecha", narra. Con esa incertidumbre siguieron el viaje hasta Puerto Suárez, donde consiguieron gasolina. Estando a pocos metros de la frontera, todavía estaba en pie el plan "B": si alguien los descubría, había que bajarse y cruzar a pie la frontera, pero no fue necesario.

Aunque todo fue rápido, también fue muy planeado. Pinto confiesa que para no despertar sospechas en el Gobierno se decidió dejar encendido su teléfono, su computadora, su Facebook y cree que eso "distrajo". "Yo creo que la deficiencia de la vigilancia policial permitió todo", dice.

"Dios no hace milagros a medias", fue el pensamiento que lo fortaleció en la incertidumbre. Cuando cruzó la frontera, todos se abrazaron en medio del llanto. Llamó a su hija, le dijo que estaba libre y que le avisara a su mamá (de él), a quien no ha visto desde el día en que entró a la embajada, el 28 de mayo de 2012. Un día antes, domingo, él la llamó, la abrazó por el día de la madre y esa fue una despedida sin saber si iba a regresar o no.

La idea del suicidio

"Estoy convencido de lo que hice, había que hacerlo más allá de los costos materiales, políticos y familiares", confiesa, aunque esta situación lo llevó varias veces a pensar en quitarse la vida. "Ante la imposibilidad de no poder hacer nada (por solucionar su situación) a veces pasa por la cabeza "por qué no soluciono rápido esto y acabamos de una vez". Fueron varias oportunidades. La soledad, el aislamiento, la falta de sol, el tiempo… te lleva a pensar en eso, pero al final pensé que no era cristiano y que sería un hecho cobarde, porque mucha gente esperaba que siga resistiendo, entonces había que sacar fuerzas de donde no había. Gracias a Dios mis valores cristianos me hicieron sostener que era más importante la vida que solucionar esto circunstancialmente", dice el hombre de 53 años.

Hoy, pese a la alegría que sintió cuando pisó territorio brasileño, continúa la incertidumbre. En medio de una crisis diplomática desatada por su caso, está a la espera a que el Comité Nacional de Refugiados del Ministerio de Justicia de Brasil le otorgue o no el refugio para quedarse en este país. A eso se suma la incertidumbre de saber cuándo verá a su familia, que por ahora se mantiene en Brasileia, una ciudad fronteriza con Bolivia

LOS HECHOS 

El ingreso a la embajada

El 28 de mayo de 2012, Róger Pinto ingresó a la embajada de Brasil y solicitó que se le concediera el estatus de refugiado político.

Brasil concedió el pedido

El 8 de junio de 2012, el Gobierno de Brasil aceptó el pedido del senador y le concedió refugio político.

Bolivia rechaza

Desde junio de 2012, el Gobierno boliviano rechazó el refugio de Róger Pinto y negó la otorgación de salvoconducto para que saliera del país.

La salida del país

El sábado 24 de agosto en la madrugada, dos vehículos diplomáticos salieron de la embajada de Brasil, en uno de ellos viajaba Róger Pinto. Su primer destino fue Corumbá, la frontera con Bolivia, y después se iría a Brasilia en el avión de un senador.