Mensaje. “A todos nos llegará el ocaso de la vida, a todos, y esto hay que mirarlo con esperanza”, dijo Francisco en la misa de Todos Santos, en la que recordó a los inmigrantes que murieron en el mar y en el desierto.
La lluvia de la madrugada y algunos chubascos mañaneros marcaron ayer la celebración de Todos Santos, lo que provocó una merma de visitantes a los cementerios. Para hoy se espera una masiva concurrencia a los camposantos de Santa Cruz y del país para recordar y orar por los difuntos. Los gendarmes ejercieron en la primera jornada un estricto control del consumo de bebidas alcohólicas y la seguridad está reforzada para evitar excesos. Santa Cruz tiene la tasa más baja de decesos en Bolivia, con 5,32 muertes por cada 1.000 habitantes, según cifras del Instituto de Estadística.
ANÁLISIS
La muerte no es un túnel negro
Mateo Bautista – SACERDOTE
El papa Francisco pide mirar el final de la vida con esperanza
El pontífice oró por los inmigrantes que murieron en el desierto y en el mar. Los cementerios latinoamericanos se llenaron de recuerdos y de costumbres.
El Deber y Agencias
El papa Francisco pidió ayer, durante la misa de Todos Santos celebrada en el cementerio de Roma, orar por inmigrantes que murieron de manera trágica en el desierto y el mar.
“Nuestros hermanos y hermanas están con el Señor en el cielo, gozan de la bondad y de la serenidad, de la salvación, (…) por la bondad de Dios, pues solo podemos entrar en el cielo gracias a la sangre del cordero”, indicó el pontífice ante miles de creyentes.
Al referirse a la cercanía de la muerte el papa dijo: “A todos nos llegará el ocaso de la vida, a todos, y esto hay que mirarlo con esperanza, pues nos da alegría ser recibidos por el Señor. Esto nos da paz”.
Latinoamérica
La celebración de la festividad católica de Todos Santos llenó los cementerios latinoamericanos de personas deseosas de recordar a sus muertos, pero también hubo homenajes póstumos fuera de los camposantos como el brindado en La Paz a Hugo Chávez, Néstor Kirchner y Muamar El Gadafi.
La celebración del Día de Difuntos o de Muertos fue reconocida por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2003 y en ella se mezclan creencias prehispánicas y preceptos católicos.
Según las grandes civilizaciones anteriores al descubrimiento de América, en este día los muertos regresan del más allá para disfrutar de la compañía de sus seres queridos.
En México no faltan los mariachis, las calaveras de azúcar y las flores de cempasúchil para rendir culto a las ánimas.
Los guatemaltecos celebran esta festividad en familia reunidos en los camposantos locales, donde adornan las tumbas con coronas elaboradas en papel y flores. En Perú la gente llegó a los cementerios con música, bebidas y alimentos
En el mundo
Colorido en las afueras de uno de los cementerios que hay en el municipio de Sumpango, Guatemala . Fotos: AFP y Reuters.
1 En Nicaragua la gente acudió este año de manera masiva a los cementerios, a pesar de la alerta roja sanitaria emitida por las autoridades a causa de una epidemia de dengue.
2 Una mujer acomoda una tantawawa en una mesa de ofrendas en La Paz, donde resaltan las imágenes de Ernesto Che Guevara, Hugo Chávez y políticos nacionales que ya murieron.
3 Los cementerios de Filipinas se transforman en auténticas verbenas en el día de Todos Santos, cuando millones de ciudadanos acuden a rendir tributo a sus antepasados rodeados de música, globos, toneladas de comida, flores y velas.
4 Como parte de la celebración del Día de los Difuntos en Ecuador, se eligió ayer a la guagua de pan más linda. Cerca de 30 panificadoras participaron en el octavo concurso.
La muerte es la puerta hacia la eternidad
Mateo Bautista García – Sacerdote
Todos Santos en Santa Cruz, Bolivia. El Deber.
La mitología latina transmite una didáctica narración. Al atravesar un torrente, la diosa Cura ve un montón de barro, lo recoge, le da forma y le pide al dios Júpiter para que le infunda el espíritu de vida. Júpiter accede y cuando Cura quiere imponerle su nombre, Júpiter se opone, instando a que se le ponga el suyo. Mientras discuten, pasa la Tierra que, alega el derecho para darle su nombre. Para resolver la disputa se recurre a Saturno, que dispone: Tú, Júpiter recibirás su espíritu cuando muera. Tú, Tierra recibirás su materia al final de su vida. Pero, mientras dure su existencia, la criatura será confiada a Cura. En cuanto al nombre, se llamará homo, hombre, porque fue sacado del humus (tierra).
El libro bíblico del Génesis también explicita que el ser humano es creado a imagen y semejanza de Dios, pero se le recuerda: Eres polvo y al polvo tornarás (Génesis 3, 19). En efecto, la palabra hombre proviene del latín homo-inisque, a su vez, se deriva de humus: tierra. Esto quiere decir que el hombre es finito, caduco, mortal y termina siendo cadáver. Pero como espíritu encarnado que es, creado a imagen y semejanza de Dios, busca elevarse, aspira a la autorrealización, desea vivir en valores, persigue hacer el bien, anhela la trascendencia más allá de la muerte.
El hombre es un caminante en el tiempo hacia la eternidad. Es hambre de plenitud, de sentido, de autorrealización y de totalidad. Es recreación constante de la vida. ¿Y qué es la muerte? No es un túnel negro, un pozo ciego, el sello de un final trágico, oscuro y sin sentido. La muerte es una puerta que nos pasa del tiempo a la eternidad donde reina la plenitud que anhela el hombre. Para ello hay que estar recreando vida en todas las etapas con el que es el autor de la vida: Dios. ¿La muerte es un fracaso o una posibilidad? La sabiduría de la vida es encontrar la vida de la muerte.
EL DEBER