Europa, Evo y la dictadura judicial

TOASO TADIC El Parlamento Europeo aprobó una resolución demandando un “juicio justo e independiente” para Elod Toaso y Mario Tadic, detenidos en Bolivia bajo frágiles y discutidas acusaciones de terrorismo.

Igualmente, el órgano legislativo del Viejo Continente pide una investigación imparcial con expertos internacionales sobre el operativo policial del Hotel Las Américas -ordenado por el propio presidente Evo Morales- que acabó con la vida de Eduardo Rozsa, Michael Dwyer y Arpad Magyarosi.

La resolución se basa, por una parte, en el hecho de que tanto los imputados como los asesinados tienen o tenían nacionalidades europeas: hablamos de un húngaro, un croata-boliviano, un irlandés, un húngaro-boliviano y un rumano.



Por otro lado, se toman en cuenta las serias irregularidades judiciales del caso, incluyendo la prisión preventiva de los detenidos desde hace cuatro años y medio, cuando la normativa boliviana establece un plazo máximo de 36 meses.

De igual manera, se cita la opinión del Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias, que calificó como “prisión ilegal” la sufrida por Toaso.

Jurídicamente impecable, la resolución enumera una serie de instrumentos que fundamentan el pedido europeo, desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos hasta el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, pasando por la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos, entre otros.

La respuesta del gobierno, a través del canciller David Choquehuanca, ha sido estentórea y retórica, procurando descalificar la postura como “colonialista” pero sin aportar argumentación jurídica de peso en descargo del Estado boliviano.

Lo cierto es que la votación del Parlamento Europeo (que contó con el apoyo de la gran mayoría de los grupos políticos, como liberales, socialistas y conservadores, con pocas excepciones de la izquierda radical), se convierte en una nueva confirmación de la ruptura de la independencia de poderes en Bolivia, lo que podríamos denominar como una virtual “dictadura judicial”…

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