Bolivia combatirá narcotráfico con drones, dijo el ministro de Gobierno, Carlos Romero, y confirmó la existencia de un puente aéreo entre Perú, Bolivia y Brasil; Cáceres niega que academias del oriente entrenen pilotos para transportar droga
Gobierno boliviano combatirá narcotráfico con drones
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, durante una conferencia de prensa. Los Tiempos.
Santa Cruz | El Deber y Anf.- El Gobierno anunció la adquisición de drones (vehículo aéreo no tripulado) para combatir el narcotráfico y la delincuencia en el país, durante el informe de Rendición Pública de Cuentas que realizó el ministró de Gobierno, Carlos Romero, sobre la gestión 2013.
La intención de adquirir estos artefactos se conoció luego de la desarticulación de una red de narcotráfico en el estado amazónico del Acre, en la frontera con el Brasil. También coincidió con las declaraciones de la directora de la comisión para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) de Perú, Carmen Masías, que en días pasados cuestionó la creación de diez academias para formar pilotos de avionetas en Santa Cruz. La funcionaria sugirió que la demanda de pilotos podría estar ligada con los vuelos ilegales que ingresan a la selva peruana. Ante esta denuncia el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres, dijo que a través de la Cancillería exigirán explicaciones a la administración de Ollanta Humala.
El Ministro de Gobierno también aseveró que se trabaja en la construcción de un helipuerto. Hay un “puente aéreo” de la cocaína en la Amazonia del país y hay muchos vuelos irregulares, explicó ayer el ministro de Gobierno, Carlos Romero, en su rendición de 2013, motivo por el que cree que Bolivia necesitará al menos seis radares e instalaciones de vigilancia del “tamaño de la Fexpo” para controlar el espacio aéreo nacional.
La explicación de Romero se produce luego de que la Cámara de Diputados aprobó la ley de derribo de aviones no identificados y a pocos días de un operativo antidroga en el norte paceño, en el que secuestraron cuatro avionetas vinculados al tráfico de estupefacientes, 380 kilos de cocaína peruana y el arresto de 12 hombres. “Una vez que haya la ley, viene la fase de implementación y estará a cargo de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB)”, respondió el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, consultado sobre la norma que pretende sentar soberanía sobre los cielos bolivianos, en un momento en el que el país no tiene radares. Romero, que en una de sus diapositivas reflejó que el año pasado se incautaron 21,98 toneladas de cocaína y 76,46 de marihuana, explicó que la mayor producción de pasta base ocurre en la selva peruana, se transporta vía aérea por Bolivia y se lleva a Brasil, un mercado donde se paga hasta siete veces más por el alcaloide.
Tráfico aéreo de droga sale de Sudamérica a Honduras
El Departamento de Estado de los Estados Unidos estima que el 79 por ciento de la cocaína que sale por aire desde los países productores de cocaína de Sudamérica aterriza en cerca de las 200 pistas clandestinas que habría en Honduras, un estado endeble y limítrofe con cuatro países.
De ahí se mueve por mar o por tierra hasta el norte y Estados Unidos. Copán es la última parada en suelo hondureño antes de cruzar a Guatemala. En sus 300 kilómetros de zona limítrofe se computan entre 20 y 25 puntos ciegos ideales para el paso de droga.
El 79 por ciento de la cocaína que vuela desde América del Sur aterriza en el país centroamericano para continuar con su recorrido marcado por la violencia y apadrinado por el “Chapo” Guzmán, jefe del cártel de Sinaloa de México.
El Gobierno de Bolivia ha negado en reiteradas ocasiones la existencia de algún cártel del narcotráfico, pero sí ha reconocido la presencia de emisarios de estas organizaciones criminales en el país, como la reciente detención de un ciudadano mexicano en Santa Cruz, el 17 de enero, con 200 mil dólares.
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