El Frente Amplio

Susana Seleme Antelo

seleme Tenía que escribir sobre “Visiones y principios” del Frente amplio (FA), desde que se publicó el pasado 19 de enero, pero antes se me atravesó el excesivo discurso del jefe del régimen en el IV aniversario de su Estado pluri-ficciones.

Leído y releído el documento, merece respeto. Sin embargo, espero que sea el inicio de otros documentos con más ideología, que no es una mala palabra, sino debate y confrontación de ideas, propuestas y visiones del mundo, frente a una realidad política que no vive un romanticismo político. Todo lo contrario. Aquí hay una dura disputa económico-ideológica pues se trata de la lucha política por el poder, en una democracia maltratada por el autócrata Evo Morales, que instrumentaliza el recurso de las elecciones como fachada democrática, y no como una herramienta de alternabilidad del poder político.



Es saludable que el Frente Amplio “se concibe y organiza como una institución para la democracia” con un “objetivo programático fundamental: la democratización de la sociedad y el Estado”. Y si han recogido “la demanda de unidad de la sociedad boliviana”, ¿por qué “no es, en principio, un partido político o una alianza electoral” para 2014, que es el momento de mayor confrontación de la lucha política? ¿Qué significa ese “en principio”, cuando la demanda del tejido social boliviano en esta campaña electoral ya en curso, es conocer y tener una alternativa política de unidad? En 32 años desde la recuperación democrática, esta campaña será muy dura y difícil como ninguna otra, por la concentración total del poder que ejerce Morales y por la dispersión de la oposición política, no menos grave que el autoritarismo antidemocrático del candidato oficialista.

El documento del FA no tomó en cuenta que 63% de la población ya no se identifica por origen con población indígena alguna, según el Censo 2012, aunque estoy convencida que la "cuestión indígena" es un tema pendiente. Tengo dudas de que para llegar a la gente con credibilidad, se lo pueda hacer con el anzuelo de una "complementariedad” lírica en esta lucha política que resume muy bien el título de Nueva Crónica: "El 2014: continuidad del proceso o cambio" (Nº.136).

Ese es el desafío del momento político actual. Y como dijo el Nobel Mario Vargas Llosa, al hablar de su construcción literaria, lo más importante es ¿Quién cuenta? Y en política también: quién habla, cómo habla, qué dice, por qué, para qué y para quiénes lo dice o escribe. Por eso es necesario saber con nombre y apellido quién o quienes firman este primer documento, por el momento anónimo.