En Trinidad prevén un turbión igual o peor al registrado en 2007

Bolivia. Cuatro ríos de la Amazonía están en alerta roja; ayer el Ichilo volvió a desbordarse y sus aguas bajan hacia Beni. En febrero, las tormentas eléctricas serán la característica.

image Info defensivos y bombas de agua en Trinidad.

La Razón / La Paz



Ante la llegada del golpe de agua al municipio beniano de Trinidad, el Gobierno pidió a sus habitantes prepararse porque el fenómeno natural, causado por las intensas precipitaciones, podría ser igual o peor al registrado durante el verano de 2007.

“Deben prepararse anticipadamente en Trinidad para soportar la llegada de lo que ustedes denominan la trepadora (golpe de agua o turbión), según datos ya llegó a Camiaco, que queda a 70 kilómetros. (…) Como evalúan los conocedores tiene una dimensión similar o superior al sucedido en 2007”, dijo el vicepresidente Álvaro García Linera, en Beni.

De esa forma, el Gobierno y las autoridades locales organizan un operativo de prevención y soporte ante una eventual inundación. El director del Servicio de Mejoramiento de la Navegación Amazónica (Semena), capitán de navío Lisandro Peñarrieta, señaló que el nivel de las aguas del río Ichilo aumentan conforme bajan a la llanura y se espera el golpe de agua para el 8 de febrero.

Explicó que hace diez días el municipio de Puerto Villarroel (Cochabamba) se inundó por la subida del caudal del río. Esa onda de agua es la que está bajando a Trinidad. Ayer se encontraba en Camiaco, en las próximas horas pasará por los Puentes, comunidad que está a 14 kilómetros de la ciudad.

“Estimamos que el turbión estará en la capital de Beni el 8 de febrero. Lamentablemente solo tenemos 18 centímetros de barranco, entendemos que dentro de los próximos tres días la masa de agua podría sobrepasar los 18 centímetros si continúa lloviendo y aumenta el caudal, y eso significa inundación”, especificó.

El viceministro de Defensa Civil, Óscar Cabrera, informó que los ríos Mamoré, Madre de Dios, Ichilo y Yacuma, de Beni, están en alerta roja por las intensas precipitaciones que aumentaron el caudal, según ABI. “Los cuatro ríos están en alerta roja, lo que significa que están a punto de desbordarse, Es necesario que la gente de las riberas tome recaudos”, recomendó.

Agregó que el río Ichilo volvió a desbordarse ayer e inundó la población de Puerto Villarroel (Cochabamba). Sus aguas bajarán hasta Beni, lo que en los próximos días podría incrementar la inundación en Trinidad, prevista para el fin de semana.

Desde el aeropuerto de Trinidad, García Linera se trasladó en helicóptero a la comunidades de Puerto San Lorenzo, del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), llevando alimentos y otros insumos para las familias afectadas. Ante la imposibilidad de ingresar a otras comunidades, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Víctor Baldiviezo, indicó que enviará embarcaciones para evacuar a familias de Gundonovia y Sécure.

En febrero habrá más tormentas eléctricas

Las lluvias se mantendrán en el país durante febrero con la característica de una mayor presencia de tormentas eléctricas, informaron ayer técnicos del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi). En febrero se reportarán más tormentas eléctricas que otros meses, especialmente en la región del altiplano, explicó Marisol Portugal, responsable de la Unidad de Pronósticos de la entidad de meteorología.

El 1 de febrero una descarga eléctrica mató a más de 130 cabras y dejó heridas a dos mujeres en el municipio potosino de Betanzos. Similar fenómeno se reportó el lunes 3 en el municipio de Toledo (Oruro). Una madre y sus dos hijas fueron alcanzadas por un rayo, reportó la red nacional ATB.

“Hoy (ayer) se registra una llovizna leve en Beni, pero para el sábado y domingo se esperan lluvias moderadas a fuertes que afectarán al departamento y Pando, por lo que recomendamos tomar previsiones”, advirtió ayer el jefe de la Unidad de Riesgos, Félix Trujillo.

En la ciudad instalan otras 6 bombas de agua

Erick Ortega

La ciudad de Trinidad está lista para recibir el anunciado golpe de agua que llegará estos días. Un total de 14 bombas de agua (seis nuevas) y cuatro deflectores son parte del mecanismo de defensa activado en la capital beniana. No es un trabajo reciente, desde 2007 y 2008 (cuando se inundó parte de la ciudad) se ha armado una estrategia de defensa de Trinidad con la construcción de deflectores (diques de protección) y el colocado de bombas de agua. Hay ocho que funcionan de manera permanente.

El más grande de los deflectores mide 14 kilómetros de longitud y protege a unos 50.000 habitantes de Trinidad, y fue levantado por el Gobierno nacional, la Gobernación y la Alcaldía. Esta región era propensa a las inundaciones en el pasado. Su longitud abarca desde la vía a Loma Suárez hasta casi la carretera a Puerto Varador.

En el barrio Mangalito también se ha construido un deflector que se ubica prácticamente al finalizar el primer dique protector. Por esta región, sobre la carretera a Puerto Varador, se encuentra el sindicato de ladrilleros 23 de Marzo, que es uno de los más afectados, porque sus casas están inundadas por las lluvias. Esta región, sin embargo, fue considerada como zona negra por la comuna, según informó Arnold Barba, responsable la Unidad de Gestión de Riesgos del municipio. Hay 58 familias damnificadas y la Alcaldía levantó un campamento para protegerlos.

En la zona 13 de Abril, sobre la avenida Panamericana, se han construido dos deflectores para proteger a esta región. Además de los deflectores, Trinidad utiliza bombas de agua. Ocho están ubicadas de forma permanente en lugares estratégicos. Ahora hay un total 16 bombas que se encargan de sacar el líquido.

Actualmente la ciudad está afectada por las precipitaciones pluviales que son casi diarias. En este escenario, una de las calles afectadas es la 27 de Mayo, en la zona San Vicente, porque los sumideros de la urbe están por la región y a veces colapsan.

Otra zona con problemas es Loma Suárez. Allí el nivel del agua del río Ibare, según la comuna trinitaria, ha alcanzado alturas más elevadas que en años pasados. La Alcaldía construyó unas 20 casas con pilares altos para evitar que los pobladores sean afectados por la crecida de las aguas.