La verdad de EBOTUR, Empresa Estratégica Boliviana de Turismo

Rafael López*rafaelopezHan transcurrido varios años durante los que se han creado empresas estatales en las que se han cuestionado su rentabilidad. Lo que no podemos negar es que todas ellas han tenido como escudo de defensa, el beneficio de la colectividad, con el propósito de tener un control sobre el mercado de alimentos o para asegurar el abastecimiento del papel; en el caso de servicios bancarios, la incursión del estado estuvo sustentada con el pretexto o necesidad de fortalecer el sistema bancario; en el caso de BoA, el de garantizar el servicio público aéreo a las zonas menos privilegiadas del país. En este último caso, no sé cómo Miami o Madrid entran dentro de esta categoría y no así Rurrenabaque, Puerto Suárez, Riberalta, etc. pero de lo que sí estoy seguro es que es donde se afronta el mayor riesgo comercial en el que se usa el dinero de los bolivianos.Sin embargo, hoy nos encontramos frente al más aberrante de los casos de Empresas del Estado. La agencia de viajes. Entiéndase Agencia de Viajes como la empresa intermediaria entre la aerolínea y el cliente final, para otorgarle un servicio de consejo de viaje, procesamiento y emisión del boleto aéreo y algún servicio especial como el transporte al aeropuerto u otro. En otras palabras, si comparamos al transporte aéreo con un restaurant, la agencia de viajes, con todo el respeto que se merecen y sólo con el fin de graficar lo burdo de esta situación, sería comparable con el Metre del restaurant. No cocina, no produce, sólo sirve de intermediario entre la cocina y el cliente. Ahora bien, con esta explicación, ¿cuál es el fin con el que el Gobierno quiere tener una agencia de viajes?La explicación es clara, el Gobierno necesita de un servicio VIP para manejar lo que los privados no quieren manejar, necesita tener un empresa para pagar los pasajes oscuros con plata del estado a los visitantes de la cumbre del G-77, pagar los pasajes a los que armaron el supuesto caso terrorismo como ser al Viejo, a Luis Clavijo, Wálter Andrade, a Eduardo Rozsa Flores, Raúl García Linera y demás.Los ministerios y empresas vinculadas al Estado no tienen la mejor fama de pagadores. Muchas licitaciones de ministerios y otras instituciones públicas terminan declarándose desiertas porque las agencias de viajes no cuentan con la posibilidad de financiar los consumos del Estado por 90 días, cuando BoA les exige a las mismas el pago cada 7 días.También se ha denunciado en varios procesos legales que algunas instituciones han financiado pasajes de jueces, fiscales y otro tipo de profesionales de interés estatal. Esta situación es difícil de justificar en sus cuentas auditadas cuando la agencia de viajes privada manda las cuentas.BoA, al margen de las contrataciones vinculadas al Vicepresidente, hasta ahora se ha abstenido de otorgar crédito a las instituciones públicas por esta razón se encuentran en apuros, y le otorgan una línea de crédito de más de 1 millón de dólares para que puedan pasar por encima de todas las reglas de contratación de una agencia de viajes.Pero el gobierno llama estratégico aquello que, como el petróleo y las telecomunicaciones, es rentable y permite el desarrollo del país, o a aquello como los medios de comunicación que ayudan al fortalecimiento del gobierno. En ninguna de estas figuras la agencia de viajes encaja. En términos de rentabilidad, el total del mercado aéreo comercializado por las agencias de viajes alcanzó los 160 millones de dólares. En la mayor parte de las aerolíneas las agencias de viajes reciben el 1% de comisión sobre el precio antes de impuestos, dando algo menos de 1,6 millones de dólares de rentabilidad a algo más de 400 agencias de viajes. ¿Suena a que estos números pueden ser estratégicos para el gobierno?Sin embargo, y como todo cuento estatista tiene un fundamento social, que es el de la promoción del turismo, de las áreas menos privilegiadas, de la comercialización de productos y destinos bolivianos fuera del país. Como ex catedrático de la carrera de turismo, debo decir que este es un excelente modelo, comparable con el de EMBRATUR en Brasil o el del Comité Visite Estados Unidos, instituciones que promueven el turismo del país a través de todos los medios, incluyendo ferias, sitios web, guías turísticos y agencias de viajes, pero no emiten boletos para ministros o empleados estatales. La labor del corredor de viajes, como la agencia de viajes, no debería ser menester del Estado. El Ministro de Cultura y Turismo, así como el Viceministro de Turismo, deberían estar más preocupados por mostrar Bolivia en las ferias de turismo como Fitur de España o World Travel Market de Inglaterra, donde todos los países sudamericanos tienen una presencia muy fuerte con grandes resultados, y Bolivia cuando estuvo presente, fue generalmente de manos de los privados.Queda claramente establecido, que el objetivo del gobierno de tener su agencia de viajes es financiar su inoperancia administrativa. Llamemos las cosas por su nombre, los ministros quieren tener su agencia de viajes para que esté al servicio de sus caprichos y para pagar cuando quieran, malgastando el dinero de los bolivianos y compitiendo deslealmente como empresas familiares como son las agencias de viajes.Será también labor de las Gobernaciones y Alcaldías, resguardar sus recursos que van a este fin, y que bajo la ley de autonomías el turismo en cada departamento está bajo la tutela de dichas instituciones.*Diputado nacional