El ejemplo de lo que sucede en La Guardia es claro: un municipio otrora considerado modelo debido a sus políticas de gestión es tomado por el Movimiento Al Socialismo mediante un golpe local, y la historia desde entonces es la de un derrumbe institucional, en medio de las rencillas internas del oficialismo.El caso se repite en todo el país, allí donde el partido de gobierno golpeó a alcaldes o gobernadores (ver Tarija en la actualidad, o Beni y Sucre antes del retorno opositor en elecciones adelantadas) utilizando la guillotina de la llamada Ley Marco, y también en muchas administraciones locales copadas mediante el voto.De hecho, las alcaldías y gobernaciones que muestran mejores indicadores de gestión y de ejecución presupuestaria son las que están en manos de la oposición, a pesar de las distintas triquiñuelas centralistas practicadas desde el Ministerio de Hacienda para entorpecer el funcionamiento de las mencionadas entidades subnacionales.Esto desmiente radicalmente el discurso extorsivo del oficialismo, que intenta implantar la falacia de que habrá más obras si los alcaldes y gobernadores son del Movimiento Al Socialismo, dada la conexión con el gobierno central.Lo cierto es que de poco vale tal sintonía si no hay calidad institucional al interior de municipios y gobiernos departamentales, algo que el partido oficial no puede ofrecer…[email protected]