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Se maneja la hipótesis de que algún ladrón entró a robar a la quinta y disparó al ver salir a la víctima de su habitación.
Mientras Marina Fernández Veizaga (23) seguía ayer en estado grave en la sala de terapia intensiva de la clínica Plan Tres Mil, el fiscal Carlos Candia, en Warnes, dispuso el cese de arresto del marido de la víctima y de un allegado a este que estaban presos provisionalmente como sospechosos del hecho de sangre.
La libertad de Jorge L.J.C. (esposo de la mujer) y de su cuñado, Marco A.S.A., se dio luego de que saliera negativa la prueba del guantelete de Lunge tomada a ambos por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc).
La agresión a la joven Marina, madre de un bebé de tres meses, es un misterio, pues sucedió alrededor de las 3:00 del domingo en una quinta cerca de la urbanización Aqualand, zona de Valle Sánchez, donde ella y su pareja eran caseros.
Alguien le disparó un tiro en la cabeza. En principio se desconfió del esposo y de su cuñado que a esas horas acullicaban coca y bebían de una botella de vino cuando se oyó el disparo. El fiscal añadió que en el interrogatorio a los sospechosos se notó coherencia en sus respuestas, por lo que no hay cargos contra ellos.
Esperan mejoría
Los médicos hicieron ayer una evaluación sobre el estado de Marina y su condición sigue siendo crítica, pues el proyectil ingresó por encima de la ceja izquierda y ha dañado masa cerebral. Los familiares rezan para que la joven se recupere.
Fuente: Unitel, El Deber