Narcotráfico en Bolivia controlado por capitales de cárteles extranjeros

El viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, dijo ayer que el narcotráfico en Bolivia está controlado por capitales provenientes de los carteles internacionales que tienen como sus principales aliados a los clanes familiares.

imageEL VICEMINSITRO DE DEFENSA SOCIAL, FELIPE CÁCERES, EN CONFERENCIA DE PRENSA.

“Informes de la Felcn y del departamento de Inteligencia en el país, si bien hay peces gordos, estos no están en Bolivia están en el extranjero, los que normalmente hacen el trabajo de hormiga está en un nivel de clanes familiares, el padre, hijo, la yerna, hasta los abuelos, se dan mil formas de burlar la vigilancia y el control, de la Felcn en puestos fijos, aeropuertos o frontera”.



Dijo que los capitales que inyectan capitales en el país “son emisarios”, que vienen y que responden a carteles de países vecinos, como el caso del Brasil, ahí está la droga secuestrada con sellos pertenecientes al Primer Comando Capital de San Pablo o comando Bermelho de Río de Janeiro.

Asimismo, sostuvo que es muy difícil tener un dato específico sobre la cantidad de cárteles que están operando en el territorio nacional.

Toda la droga que viene en tránsito casi en un 70 por ciento tiene destino el Brasil, el restante 30 por ciento tiene destinos en los mercados de Argentina y Chile.

CLANES FAMILIARES

El jefe de Operaciones de la Dirandro, César Arévalo, en declaraciones a medios del Perú sostuvo que el 50 por ciento de droga que sale actualmente de Perú lo hace a través de narcoavionetas y, según fuentes de Inteligencia de esa institución, el 95 por ciento va hacia Bolivia.

La última aeronave de Bolivia hallada con droga, y que fue incinerada por la Dirandro, se detectó el 26 de julio pasado en una pista clandestina en el centro poblado Nueva Esperanza, en el distrito de Llochegua, en Ayacucho. “Al escuchar que el helicóptero de la policía se acercaba, los narcos abandonaron los 325 kilos de pasta básica envueltos en costales y huyeron”, refiere Arévalo.

El Diario, La Paz