Preludio del final

Roberto Ortiz Ortiz*rortiz11Comienza el 2015, sin duda un año interesante, ya puede apreciarse el aroma de las postrimerías del socialismo del siglo XXI, aunque de siglo XXI solo contemple el comienzo.La aceituna en el Dry Martini de este sistema –el precio del petróleo- se desvanece rápidamente; y al igual que un Martini sin aceituna, el socialismo sin precios altos del petróleo o en el mejor de los casos, sin el flujo monetario del capitalismo, no sabe nada bien.Para nuestra mala suerte, el que no sepa de tragos, compraría un Dry Martini sin aceituna o peor aún, lo aceptaría “gratis” en detrimento de los que aún sostienen el flujo monetario del estado, es decir: el empresariado, el emprendedor y el individuo independiente, que paga mediante los impuestos el gasto despilfarrador del socialismo y el Dry Martini sin aceituna disque regalado que solo sirve para emborrachar de felicidad momentánea al ciudadano inocente que sufrirá luego la terrible resaca.Venezuela, Cuba, Rusia y otros han sufrido ya las consecuencias del bajón de precio del petróleo a menos de 50 dólares el barril, el mismo que hace unos años llego a estar por arriba de 120 dólares y que financio lo que parecía la perpetuación del socialismo en muchos países del mundo.La pregunta es ¿Si estos países están sufriendo, por que Bolivia no sufriría las consecuencias? Es lo que parece no entender nuestro Ministro de Economía, nuestro Vicepresidente y hasta nuestro propio Presidente, aunque me temo que tal vez, lo que no quieren es que nosotros entendamos lo que pasa. No quieren que entendamos, porque para ellos y su sistema de igualdad de pobreza, es vital seguir gastando ese dinero que proveía el petróleo, ese dinero que hoy no existe más. Ergo, lo pueden obtener de otra parte: de nuestro bolsillo, de las empresas y de los bonos al extranjero.Se viene un año como dije al comienzo, interesante: con elecciones municipales y departamentales (despilfarro del estado), con el Dakar (despilfarro del estado), con empresas estatales en déficit, con nuevos impuestos e incrementos, con nacionalizaciones, racionalizaciones de alimento, controles de precios, opresión y muchos abusos a la libertad, sobre todo de prensa y expresión. Sin embargo y a pesar de lo feo que suene lo que acabo de suponer, no faltara del Estado lo de siempre, las dadivas, los bonos, las construcciones a medias, el gasto descontrolado, la lucha por la igualdad de pobreza y sobre todo, muchos Dry Martinis sin aceitunas “gratis”.Lo que el gobierno en su calidad de estratega político desesperado olvida, es que con el bolsillo del ciudadano no se juega, por lo que ya se siente el dulce aroma del preludio del final del socialismo en Bolivia. Feliz año 2015.*Director de Estudiantes por la Libertad Bolivia