El reciente caso del ex comandante de policía Oscar Nina, aprehendido por legitimación de ganancias ilícitas, viene a sumarse a otros como el del general René Sanabria, preso en Estados Unidos por tráfico de cocaína hacia ese país.Son los “policías de la revolución”, tal como definiera el propio Nina a los nuevos integrantes de las fuerzas del orden que quería para el régimen evista.Hablamos por una parte de los más altos mandos policiales del país: ex comandante nacional el uno y ex jefe de inteligencia del Ministerio de Gobierno el otro, ambos con fuertes lazos políticos con la cúpula gobernante.En los dos casos, el régimen procedió de manera fulminante a la detención de sus familiares, tanto ante la caída de Sanabria en manos de la DEA como tras la fuga inicial de Nina (¿se temía que, de salir al exterior, cayera en las mismas manos?).No pueden dejar de recordarse los procedimientos de ciertos clanes italianos, que ante la captura de uno de sus miembros procuran el silencio del caído en desgracia usando como “seguro” a sus familiares, de forma que las investigaciones no lleguen nunca a los verdaderos cabecillas de la banda…[email protected]