Roger Mario López Justiniano*
El premio Nobel en economía Daniel Kahneman en su libro ‘Pensar rápido, pensar despacio’, distingue dos partes del cerebro: el sistema 1 (pensar rápido), asociado a la intuición, la experiencia y los sentimientos – funciona inconscientemente-, y el sistema 2 (pensar lento), asociado a los razonamientos complejos y ordenados –que opera con la ley del mínimo esfuerzo-.El objetivo de cualquier persona que se esfuerce por llamarse ‘razonable’ es configurar su sistema 1 basado en los razonamientos algo más lentos del sistema 2. No es fácil.Hago esta introducción porque en la vida cotidiana nos encontramos con diversos problemas que requieren ser pensados en frío, puesto que de un buen diagnóstico depende el remedio efectivo.Actualmente las redes sociales están clamando por leyes de protección a los animales, avivadas por duras imágenes que se filtran y lastiman la sensibilidad de cualquiera. Cuidar a los animales está muy bien, pues revela el alto grado de nobleza y la magnanimidad que pueden alcanzar los humanos, sin embargo, esto no lo es todo.Es preciso entender que las leyes NO necesariamente modifican la conducta de las personas y una ley que proteja a los animales NO necesariamente va a ser cumplida. Además, elaborar una ley implica dinero, esfuerzo y una movilización de legisladores hacia una dirección y, cuando una persona dedica tiempo a un objetivo, ¡no puede dedicarlo a otra cosa! Entonces, cuando se tocan unos temas, necesariamente otros se dejan en silencio.Veamos algunas estadísticas: casi dos millones y medios de bolivianos (20.87%) viven con menos de 1 dólar diario (Bs. 6.96 o 4 pasajes en micro), todavía hay un 5.09% de personas mayores a 15 años analfabetas, el 2012 se matricularon 397,939 personas a universidades públicas y se titularon sólo 19,990. Para el 2008, 50 de cada 1000 niños morían entre sus 0 y 1 años, y muchos etcéteras. (Datos del INE)Sin ánimo de ser exhaustivo, en Bolivia hay miles de problemas que deben ser resueltos pues afectan a personas que no pueden hacerse escuchar y si nos dejamos llevar por el sistema 1 del que habla Kahneman, habrá que fundar hoy mismo, basados en el sistema 2, una Sociedad Protectora de Seres Humanos.*Estudiante de Economía